El tesorero municipal de Torreón, Enrique Sada Díaz de León, ya soltó el cuerpo luego de que esculcó hasta donde pudo debajo del colchón para sacar el dinero del aguinaldo para los policías municipales y los trabajadores de confianza del Ayuntamiento. El problema, como ha sido la constante durante todo el año, estaba en la Secretaría de Finanzas del “Gobierno de la Gente” que comanda Javier Villarreal, quien a estas alturas debería estar en el Buró de Crédito por los adeudos que tiene. Resulta que el Municipio tuvo que cubrir los pagos que correspondían al Estado en las obras que se ejecutan en conjunto, y se quedó sin dinero. Lo que no trascendió en su momento y que reportaron luego nuestros subagentes escondidos en las patrullas, es que los policías municipales se organizaron el martes para hacer un paro, al enterarse de que los aguinaldos se habían retrasado. Afortunadamente la cosa no pasó a mayores, pues hubiera sido el tercer paro de policías en lo que va de la Administración del alcalde José Ángel Pérez. Dicen los subagentes que los “cuicos” ya estaban puestos para detener labores, lo cual hubiera echado de nuevo una luz negativa sobre la “mejor Policía del Norte del país”. Es sólo un botón de muestra de cómo la mala Administración puede tener consecuencias nefastas.
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El Municipio se prepara para abrir a la circulación el puente San Pedro-La Unión, pero sólo el puente, pues durante los once meses que duró la construcción, y mientras avanza el “Nudo Mixteco”, a nadie se le prendió el foco para aventarse un proyecto de rehabilitación de la autopista a San Pedro, sobre todo la zona aledaña al paso a desnivel, para acomodar el aumento en el flujo de automóviles que circula hacia el área de mayor crecimiento urbano de la ciudad. El jefazo de Ingeniería de Tránsito, Francisco Torres, dijo que tenía un plan. El subvicegobernador de Obras Públicas del Estado, Gerardo Berlanga, dijo que tenía otro, pero cualquier plan se parece mucho al Espíritu Santo: todos dicen que existe pero nadie lo ve. Luego de que se durmieron durante meses van a enfrentar un cambio en la vialidad cuando la autopista todavía funciona con semáforos que atoran el flujo y retornos abiertos que son un peligro. Nuestros subagentes infiltrados en la oficina de José Ángel Pérez comentan de una reunión que tuvo el alcalde son el “dúo dinámico” de Desarrollo Urbano, Alberto Hermosillo, y Obras Públicas, Aniceto Izaguirre, sobre qué hacer con la vialidad alrededor del puente. Se dice que don Alberto sugirió “dejarlo como está”. O sea que quieren que luzca el puente, pero no interesa hacer una obra integral como Dios manda.
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El diputado Antonio Juan Marcos anda muy contento porque le salió bien el evento en el que se “destapó” con el Plan Torreón, un diagnóstico del estado del Municipio nomás para calentar los motores rumbo a la sucesión de 2009. El acto contó con un “acarreo” masivo para dar una probadita de lo que viene este año. El que andaba por ahí era el alcalde de Gómez Palacio, Ricardo Rebollo, quien utilizó una estrategia similar para armar su plataforma cuando buscaba la presidencia municipal. Don Antonio se cobijó bajo las siglas del Instituto Político Empresarial, que ha logrado colarse en el corazoncito de los hermanos Humberto y Rubén Moreira que son, a final de cuentas, quienes decidirán la candidatura tricolor a alcalde con base en lo que dicten las encuestas y sus polacos corazoncitos, por lo que don Antonio debe moverse para ganar el mismo nivel de conocimiento público que tiene el vicegobernador con licencia, Eduardo Olmos. La presencia del “Gobierno de la Gente” también se hizo sentir con la asistencia de varios funcionarios, entre ellos el secretario de Turismo, José Luis Moreno, quien nomás calienta la silla mientras espera la luz verde para lanzarse de diputado, así como el subsecretario de Gobierno, Sigfrido Macías. También andaba el flamante curuleco electo Salvador Hernández Vélez, que anda buscando consolación luego de que se quedó sin el título de pastor del rebaño en la próxima Legislatura, que volvió a recaer en un diputado de la peronera capital, el “Diablito” Fernando de las Fuentes. Nuestros subagentes comentan que el Plan Torreón es parte de la estrategia para empezar a armar un programa electoral rumbo a las elecciones de octubre, pero poco se va a mover en el primer semestre del año, pues las energías del renovado partidazo estarán concentradas en la elección federal.
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Donde también se mueven las aguas es en el PAN, a raíz de la elaboración de encuestas que ponen en la delantera al curuleco federal (y ex suspirante) Jesús de León Tello. A pesar de constantes desmentidos, siguen los rumores entre panistas que quisieran ver el regreso de un ex alcalde, ya sea el embajador en España, Jorge Zermeño, o el senador y primer compadre, Guillermo Anaya, pues así de preocupante ven la situación del PAN municipal, aunque para como pintan las cosas, los grillos vaticinan que se van a quedar desilusionados. El “destape” del vicealcalde Rodolfo Walss vino a calentar las cosas, pero en el blanquiazul se comenta que lo más probable es que la selección del próximo candidato se hará directamente en el Comité Nacional que encabeza Germán Martínez. Luego de calibrar las pugnas internas en el PAN municipal, parece ser que los jefazos del partido a nivel nacional van a querer evitar otro “cochinero” como el que se armó en la selección de candidato a gobernador en San Luis Potosí o como el que amenaza con armarse en el mismo proceso en Nuevo León. Uno pensaría que, de ser así, don Memo tendría una ventaja. A fin de cuentas, luego de la debacle electoral en los comicios de octubre, logró amarrar a un incondicional, el monclovense Mario Dávila, como pastor del rebaño blanquiazul, aunque ese rebaño compuesto de puros “pluris” está bastante flaco. Pero los subagentes reportan que el primer compadre ha sido objeto de varios regaños en el seno del Comité Nacional porque su grupo no ha tomado responsabilidad por el desastre electoral del PAN este año, de modo que no trae todas las canicas en la bolsa. ¿Será?
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Nuestros subagentes se aventuraron al caos vial del Centro para acudir con los “fierreros” de la Alianza y comprar las refacciones para la supercomputadora Pony que será desempolvada y equipada con nueva memoria para emitir las tradicionales calificaciones de fin de año. Falta comprar el software en el Mercado Juárez.