Ya se acerca el final del año y la supercomputadora PONY ha sido debidamente
aceitada y refaccionada y éste, su 007, se pone la toga y el birrete para, en base a los electrónicos juicios de la máquina, emitir las tradicionales calificaciones. Dado que fue año bisiesto, la Pony tuvo un día de más para reponerse de la tronadera de bulbos (es modelo viejito) a la que se sometió el año pasado. Al igual que hace un año, emitió las calificaciones en dos partes, para no cansarse tanto. Toca hoy el turno a Lerdo, Matamoros, Francisco I. Madero y San Pedro, y arrancamos con un redoble de tambor.
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En Lerdo, la Pony le había dado una luna de miel al alcalde Carlos Aguilera, pues parecía muy desorientado y abrumado con la carga financiera que le heredó su antecesora Rosario Castro. Pero al final de su primer año completo de Gobierno, don Carlos se distinguió más por los problemas que por las obras que ha logrado para la Ciudad Jardín. El primero que se le vino encima fue el de la inseguridad, que llegó a su clímax con el ataque de un comando armado en el cuartel de la Policía, atrás de la Presidencia Municipal en pleno Centro de Lerdo, que dejó a cuatro agentes muertos y provocó una huelga en una corporación asustada. Después de eso vinieron varios decapitados y don Carlos prefirió desentenderse del asunto, mientras el Municipio se volvía un campo de tiro para sujetos armados. En seguridad, el logro fue la compra de patrullas y armamento, pero queda pendiente la capacitación de policías. Para la Pony esto ya era abrumador, pero luego le alimentamos la información sobre la avenida del Río Nazas, que provocó hundimientos severos en colonias aledañas al lecho, que las dejaron desahuciadas. Don Carlos prefirió pasarle la batuta a la Comisión Nacional del Agua y al Estado, pero se movió con servicios municipales básicos. En fin, don Carlos cierra un año gris asediado por problemas y sin perspectivas de mayor desarrollo e inversión en Lerdo, con lo cual la Pony lo reprueba con un CINCO igual de gris.
Lerdo empezó con el general Abelardo Díaz Pedroza como jefazo de la Policía, con la esperanza de que un ex militar pusiera algo de orden. Pero don Abelardo dejó tirado el changarro luego del ataque en que murieron cuatro agentes (aunque la página de Internet del Municipio no se ha enterado pues su nombre aún aparece). Su sucesor, Ignacio Ramírez, (que no El Nigromante, ése era otro) apenas ha capoteado el temporal, buscando la capacitación de una fuerza policiaca rebasada por los acontecimientos. Nomás por aventarse el “tiro” de aceptar ese empleo de alto riesgo, la Pony le dio a don Ignacio un decoroso SEIS.
Manuel Martínez, director de Obras Públicas, tuvo que lidiar con la escasez de dinero provocada por las “obras fantasma” de la anterior Administración y ha tenido que colgarse de la “liana” del Gobierno del Estado y a ver qué rescata de los fondos para la Zona Metropolitana. La obra pública en Lerdo escasea, mientras don Manuel tuvo que gastar considerables energías en los daños ocasionados por el paso del Nazas, por lo que se le entregó un feo CINCO.
En igual situación está el tesorero, Alfredo Juárez Baeza, quien resintió el apretón presupuestal, además de que no han podido construir un caso sólido contra los presuntos malos manejos de la anterior Administración. La falta de inversiones en Lerdo, así como el deterioro en los servicios públicos ha provocado que el dinero no alcance, con lo que la tesorería también se lleva un CINCO.
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En Matamoros, el alcalde Raúl Onofre Contreras dejó la alcaldía en julio para brincar a una curul en el Congreso del Estado. Ya es sabido que a la Pony no le gustan los “tarzanes” que brincan de liana en liana y hace unos sonidos muy feos cuando se le alimenta esa información sobre la falta de compromiso de los servidores públicos. Don Raúl hubiera ganado buena calificación pues ha sabido colgarse bien del “Gobierno de la Gente” para llevar obra pública al Municipio y aumentar los ingresos, así como incluir al municipio en la Zona Metropolitana de La Laguna para beneficiarse de recursos federales. Sin embargo, aún tiene serios problemas en servicios como agua y drenaje y asuntos como la seguridad. El sucesor de don Raúl, Homero Hernández, apenas se anda acomodando en la silla y ya será calificado el próximo año. Pero una vez que don Raúl brincó a la candidatura por la diputación empezó a aprovechar electoralmente la crisis ocasionada por las avenidas del Nazas y el Aguanaval. Finalmente don Raúl fue electo diputado y dejó tirada la alcaldía y la Pony le bajó la calificación a un feo CINCO. Habrá de consolarse firmando la sagrada nómina por la que se tiró el “clavado”.
El director de Obras Públicas, Rafael Hernández, ha aprovechado la generosidad del Gobierno del Estado para aventarse obras que le den lustre a la gestión municipal, aunque en algunos casos parece que su forma de hacer las cosas es poner la carreta delante del caballo. Por ejemplo, se aventó la pavimentación de varias calles y, poco después de terminada, las tuvieron que abrir para reparar redes de agua y drenaje, lo cual demuestra que no conocen el concepto del manejo eficiente de recursos. Sin embargo, la Pony comprobó que la imagen urbana del Municipio ha cambiado y la obra pública es lo que más reconocen los ciudadanos, por lo que le puso a don Rafael un decoroso SIETE.
La Tesorería Municipal tuvo dos ocupantes, Rafael Rosales y Jaime Hernández Rivera, mejor conocido como “Max”. Don Rafael empezó el cuatrienio, pero salió en agosto con el relevo en la Presidencia Municipal, y don Max entró en su lugar, con el único mérito de haber sido secretario particular de Raúl Onofre. Hasta ahora no se han detectado irregularidades y ambos tesoreros se han movido para conseguir recursos de apoyo a agricultores luego de que las lluvias destrozaran buena parte de las cosechas en el Municipio, por lo que la Pony les mandó un muy decente OCHO.
En cuanto a la Policía, en el último año Matamoros se ha insertado cada vez más en la ola de crimen que azota a la Comarca Lagunera. El jefazo Armando Rangel ha sobrevivido ya tres años en el cargo y se ha enfocado en la capacitación de agentes. Pero Matamoros es ocasionalmente un depósito de cadáveres y además se le considera un nido de extorsionadores, con lo cual don Armando bajó la nota con respecto al año pasado y ahora se lleva un SIETE, que como andan las cosas es muy bueno.
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Pasando a Francisco I. Madero, al igual que el año pasado, la Pony trabajó a marchas forzadas por información insuficiente sobre el negocio familiar (perdón, Administración municipal) del alcalde Nicolás Muñiz Domínguez. Desde que inició su gestión, el Alcalde se ha hecho a un lado y ha dejado que el Gobierno Estatal le diga qué hacer. Esto fue claro con la emergencia provocada por la avenida del Río Nazas, que golpeó severamente a Madero. El Alcalde dejó que los enviados del Estado arreglaran las cosas. De igual forma, don Nicolás no ha alzado la voz sobre el retraso que llevan las dos principales obras del año, la carretera a Florida y el puente en la autopista Torreón-San Pedro. Por otra parte, el Municipio sigue siendo un punto oscuro en cuestiones de transparencia pues no tienen nada publicado, ni siquiera el directorio de funcionarios, quizá para que nadie se dé cuenta de a cuántos familiares y amigos ha metido don Nicolás a la nómina. El único punto bueno fue la puesta en marcha del Rastro, pues el comercio de carne se estaba convirtiendo en un problema de salud público, así como algunas obras que han mejorado la imagen del Municipio, de modo que la Pony le sube unos puntos, pero aún así se queda en un oscuro y feísimo TRES, que a lo mejor iba a ser cero.
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En San Pedro, el joven alcalde Arturo Babún de plano se quedó chico para el puesto. Como el Gobierno del Estado ya no lo pela, dada su filiación perredista, don Arturo ha batallado para concretar obras y lo más que ha alcanzado son remodelaciones en la Plaza de Armas y la Unidad Deportiva. Pero el problema financiero del Municipio es mucho más profundo con el adeudo de casi veinte millones de pesillos que tiene con Comisión Federal de Electricidad, que le cortó la energía a las norias, con lo que miles de sampetrinos se quedaron sin agua durante varios días. Para hacerse la víctima, don Arturo se armó unas manifestaciones, pero no ha resuelto el problema de fondo. La avenida del Río Nazas también hizo estragos en su Administración, con el Alcalde más preocupado en colgarse la medalla por la ayuda a damnificados, para beneficiar a su hermana Yaneth, que se lanzó para diputada local, pero perdió. El joven Arturo está en una situación precaria, pues la CFE le trae ganas y en una de ésas le arma pleito legal y aunque el Alcalde busca ganar simpatías, lo cierto es que dejar a la ciudadanía sin agua es algo imperdonable para un alcalde y para una Administración municipal que debió haber lidiado con el problema desde mucho antes y no lo hizo. Así que la Pony, echando humo de enojo, le endosó un seco espantoso y oscuro CERO acompañado de sonora trompetilla.
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Y hasta aquí llegamos hoy, pues la Pony ya estaba echando humo verde de la tensión a la que se sometieron sus bulbos. Luego de una buena aceitada, estará lista para concluir las calificaciones, repasando a las autoridades de Coahuila, Durango, Torreón y Gómez Palacio, el próximo sábado.