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VERDADES Y RUMORES

EL AGENTE 007

Con un procesador nuevo para reparar el chip que le tronó la semana pasada, la supercomputadora PONY quedó lista para emitir la segunda parte de las calificaciones sobre los funcionarios que se sacrificaron en este 2008. Debido a los enroques que se dieron por la temporada electoral en Coahuila, algunos tuvieron oportunidad de roer dos huesos durante el año y unos más entraron al relevo de los que se fueron a cobrar en otras nóminas. La Pony, como siempre, volvió a temblar feo pues es sabido que no le gustan los que andan brincando las lianas de la administración pública, así que después de unos espasmos emitió los siguientes juicios:

Comenzando por el gober de Coahuila, Humberto Moreira, la Pony le reconoció la fuerte obra social y de infraestructura en los municipios más pobres de Coahuila y en este año nota con buenos ojos la respuesta del “Gobierno de la Gente” a la contingencia por la avenida del Río Nazas y el plan de austeridad y de estímulos económicos para enfrentar la crisis. En cuanto a obra pública en Torreón, el Gobierno Estatal ha invertido fuertes cantidades en la construcción de infraestructura. Pero aquí empezó a patinar la electrónica máquina, pues si bien es cierto que entre la obra pública se incluye la sustitución del DVR, también lo es que hasta ahora nadie ha pagado los platos rotos por la malograda obra. Por otra parte las inversiones han llegado a cuentagotas y la generación de empleos se ha caído de manera estrepitosa. Pero sin duda el tema del año fue el de la seguridad, con el auge del crimen organizado y el alza en los secuestros. Para salir al paso, el Gober propuso reinstaurar la pena de muerte a los secuestradores, pero tal desplante no disminuyó el delito. En cuanto a la atención a La Laguna, el Gober mantuvo la Secretaría de Desarrollo Regional, pero la usó para fines electorales. La Pony juntó todos estos factores y promedió lo bueno y lo malo para bajarle la calificación al Gober a un feo SEIS que por poco baja a cinco. La vicegubernatura de Desarrollo Regional siguió dando de qué hablar en este 2008, sobre todo porque el vicegober Eduardo Olmos salvó el pellejo en la controversia ante la Suprema Corte, que validó la creación de ese engendro burocrático que, como ya advirtió la Pony, sólo sirvió para fabricar candidatos del PRI y no para emprender un esquema de desarrollo regional. Don Lalo concluyendo la demolición del DVR (que, como se recordará, por poquito y no le sale), la construcción de un nuevo sistema vial, así como las licitaciones finales para el “Nudo Mixteco”. Pero dejó tirada la vicegubernatura para irse de curuleco local. A la Pony no le gustó nada este uso político de la administración pública, de modo que tuvo que bajarle la calificación a don Lalo a un horroroso TRES. En el área de seguridad, tuvimos que blindar a la Pony para protegerla de las balaceras y emitir sus juicios sobre el procu Jesús Torres Charles y el secretario de Seguridad Pública, Fausto Destenave. Con el secuestro a la alza y el crimen organizado a todo lo que da, ningún funcionario sale bien parado. Don Jesús vio la desaparición de un jefe antisecuestros y del asesor estadounidense, aunque por otro lado la Procu se ha anotado buenos puntos con la captura de varias bandas. En cuanto a los delitos comunes, las agencias de Ministerio Público siguen igual de ineficientes para recibir e investigar denuncias y porque además se supo que a los MP les da por soltar a los ladrones que les lleva la Policía Municipal, (por algo será). Por su parte don Fausto no ha logrado un modelo conjunto de respuesta policiaca que incluya a todas las corporaciones y se pasó el año insistiendo en comprar un helicóptero cuando era evidente que existían otras prioridades para las policías de La Laguna en cuanto a equipamiento y capacitación. Con todo ello, la Pony repasó sus archivos y refrendó la calificación del año pasado, un rojo y horrible TRES. La Secretaría de Gobierno de Coahuila tuvo dos titulares, empezando el año con Homero Ramos Gloria, que se quedó sin hueso por querer tomar altos vuelos, pero la Pony se reservó la calificación para su relevo, Armando Luna, quien era el cerebro jurídico del “Gobierno de la Gente”. Don Armando, a pesar de su juventud, ha logrado desactivar algunos conflictos, y le entró rápido a la respuesta a emergencias, sobre todo en el caso de la avenida del Río Nazas, coordinando la ayuda y metiéndose en pocas broncas. Don Armando ha mantenido un bajo perfil sin mostrar ambiciones políticas, con lo que se encaminaba a una buena calificación. Pero la Pony recibió el dato de la notaría que se llevó gracias a la “generosidad” del Gober y ahí empezó a rechinar ante el evidente conflicto de interés. Con todo, don Armando se lleva un decente OCHO, esperando que en 2009 no lo ataquen las fiebres electorales y quiera agarrar otro hueso y se dedique honradamente a hacer escrituras, ya que del Cielo le cayó el “fiat”. Este año vio la llegada de un nuevo hombre de los dineros a la Secretaría de Finanzas, pues Jorge Torres dejó el cargo para irse de alcalde suplente en la peronera capital. Su relevo, Javier Villarreal venía del área de Planeación, que al parecer le gustaba mucho pues había planes y más planes sin tener idea de cómo pagarlos. Fue hasta que llegó al despacho principal que se dio cuenta que andaban cortos de billetes y no tuvo de otra más que seguir la línea de su antecesor y retrasar los pagos a proveedores. Por otro lado, la Pony tomó en cuenta el plan de austeridad y de estímulo económico a contratistas locales de obras y servicios, así como el hecho de que don Javier ha resistido la tentación de echar mano de la deuda que autorizó el Congreso estatal, así que cierra su primera prueba con la Pony con un decoroso SIETE.

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El alcalde de Torreón, José Ángel Pérez, cierra un año que, por ponerlo de la manera más amable, fue bastante difícil. Los transistores de la Pony casi se funden a la hora de repasar los vaivenes de una Administración que parece sorda a reclamos ciudadanos, sobre todo en cuestión de servicios públicos y promueve como hechos consumados proyectos que apenas están en curso y que pueden salir mal en cualquier momento. El Centro Histórico y el transporte son, sin duda, los logros de la administración municipal, que se distinguió por entrarle en esos temas cuando nadie más se había atrevido. El problema es que durante el año dieron señas de que se pueden descomponer, como sucedió con los líos en la tarjeta Ecobus, en el caso del transporte, o los problemas causados por las obras del Centro y el hecho de que las diferentes áreas no se coordinan. De modo que la Pony opinó que el Alcalde está cantando victoria antes de tiempo. Por otra parte, el deterioro del pavimento, los problemas en los semáforos y la falta de alumbrado fueron constantes durante todo el año y los subordinados del Alcalde, lejos de ponerse a trabajar para resolver los problemas, prefirieron echarle la culpa a otras cosas. Por supuesto que ninguno de estos problemas fue comparable al de seguridad. Durante el año fue notorio el alza en robos y asaltos hasta llegar a niveles récord. La “mejor Policía del Norte del país” quedó exhibida en septiembre cuando más de cuarenta elementos fueron detenidos por policías federales en dos enfrentamientos, y acusados de vínculos con el crimen organizado. La purga de elementos llegó cuando ya se había ahogado el niño y el Alcalde respondió, nunca pudo explicar por qué su jefe de Policía, Alfredo Castellanos, no le había informado de la tensión entre corporaciones. Finalmente se puso las pilas con el nombramiento de un nuevo jefe traído de las fuerzas federales, que ha logrado meter algo de disciplina. En tanto, don José Ángel se dedicó a meter la nómina municipal en las filas del PAN e intentar controlar el partido, pero los problemas en su Administración fueron una de las causas de la paliza que se llevó el blanquiazul en octubre, algo que el Alcalde no ha admitido del todo. La Pony advirtió movimientos de personal de última hora que no le cayeron en gracia y batalló para sacar una calificación, echó humo de todos colores y entregó un descolorido CINCO. El “dúo dinámico” conformado por los directores de Desarrollo Urbano, Alberto Hermosillo, y Obras Públicas, Aniceto Izaguirre, tienen a la ciudad como si fuera escena de un bombardeo. Tuvimos que pasear a la Pony, equipada con sensores ópticos para que se diera una idea y procesara los datos. Recuperada de los espasmos, notó el deterioro del pavimento, la mala sincronización de los semáforos, la colocación de bordos a lo bestia, la mala señalización y la falta de proyectos viales integrales. Don Alberto y don Aniceto se anotaron un punto sólo porque terminaron a tiempo el puente de La Unión, punto que fue anulado por la falta de un proyecto completo para esa zona. Asimismo, les restó puntos por sus parches en el “Nudo Mixteco” como las absurdas cancelaciones de vueltas, cuando lo necesario son semáforos bien sincronizados. Del otro lado de la ciudad, las obras del Centro Histórico se iniciaron, pero como no informaron a tiempo sobre cierres de calles, convirtieron al Centro en un caos vial. Ambos funcionarios tienen un año para componer lo que han descompuesto en la ciudad, pero eso todavía es un volado y se reflejará hasta las calificaciones de 2009. Por lo pronto, la Pony, casi desbielada, les otorga un TRES lleno de baches. El vicealcalde Rodolfo Walss arrancó el año de secretario del Ayuntamiento y, tras haber perdido la controversia contra la vicegubernatura de Desarrollo Regional, tuvo que hacerse a un lado y agarró la dirección de Planeación, donde puede dedicarse a soñar proyectos para la ciudad y confiar en que se van a realizar. Don Rodolfo sigue siendo la mano derecha del Alcalde para cualquier conflicto y sufrió este año el desgaste por exceso de uso, aunque todavía suspira con la Presidencia Municipal. La Pony reconoció que las negociaciones que llevó don Rodolfo han rendido frutos, pero que también mantiene el discurso de que todo va de maravilla y que si hay algún problema, es porque lo heredaron. Por ello, se lleva un SEIS. La dirección de Servicios Públicos tuvo dos jefazos este año, empezando con Carlos Gregorio Ramírez y terminando con Heriberto Martínez, quien apenas entró y pidió licencia seis semanas para irse a dirigir el PAN municipal, dejando sin cabeza el departamento encargado de la buena imagen urbana. La limpieza de la ciudad deja mucho que desear, sobre todo en los terrenos baldíos, así como el arreglo del equipamiento urbano. Pero el “coco” de Servicios Públicos ha sido el desastroso estado del alumbrado, con grandes sectores de la ciudad a oscuras en la noche y luminarias prendidas a todo lo que dan en pleno día, y en muchas colonias la falta de alumbrado ha ayudado a los ladrones a robar casas y asaltar personas. La Pony echó humo con esta situación y más cuando se le informó que los funcionarios salen con el pretexto del robo de cables o de que el cable está muy viejo, pero no solucionan el problema, por lo que los responsables de Servicios Públicos se llevan un oscuro y bien ganado CERO. El tesorero Enrique Sada Díaz de León ha sobrevivido ya tres años manejando los billetes y aunque en algunos casos tuvo que hacer malabares que al final del año le pusieron malo el cuerpo porque las cuentas no cuadraban, su gestión no ha tenido mayores sobresaltos. Don Enrique tuvo que usar gasto corriente para financiar obras, pues el Estado no ponía su parte, con lo que le empezó a rascar al dinero para los aguinaldos de fin de año. En la parte buena, los programas de incentivos y descuentos para el pago de impuestos y servicios han elevado la recaudación y, en general, los billetes han sido bien administrados, con lo que el funcionario se lleva un OCHO. El Simas nunca dejará de ser un tema polémico en la ciudad y este año, si bien disminuyeron los problemas de abasto de agua, algunas zonas de la ciudad todavía sufren fallas en el servicio. Los megatanques han servido para mejorar el abasto en algunas colonias, pero eso no compensa problemas financieros, uso de la nómina con fines políticos, funcionamiento de pozos con altos niveles de arsénico o problemas en el sistema de saneamiento. Pero resaltan las obras de reposición de tuberías que dejan el pavimento en calidad de lavadero. Simas se ha ganado el mote de enemigo número uno del pavimento de Torreón, lo cual tiene mucho de cierto. El jefazo Alberto Díaz de León ha preferido dejar las broncas en el gerente técnico, Luis Horacio Salmón. La Pony, consciente del problema del agua, les pone un seco CINCO. Seguridad pública fue el tema del año en la Comarca Lagunera, desde el auge del delito común, como el robo, hasta el de la delincuencia organizada. La “mejor Policía del Norte del país” demostró este año que estaba muy lejos de tener la preparación para enfrentar los nuevos retos. Al final, el jefazo Alfredo Castellanos, que había sido objeto de toda serie de amenazas, entendió tarde que el verdadero enemigo estaba adentro. Enterado de que sus agentes tenían roces con la Policía Federal, no informó de eso al Alcalde hasta que la cosa tronó y más de treinta agentes fueron detenidos cuando protestaban la detención de varios compañeros, algo que los federales tomaron como un intento de rescate y los acusaron de vínculos con el crimen organizado. Después se supo que don Alfredo no pudo controlar a sus elementos y le cortaron la cabeza. Dado que no hay calificaciones negativas en la calculadora de la Pony, ésta sólo pudo emitir un feo CERO rodeado de ceritos. El nuevo jefe, Karlo Castillo, viene de las fuerzas federales y parece que no se anda con cuentos. La Pony juzgó que es temprano para emitir una calificación, pero a don Karlo, si se mantiene en el puesto, ya le llegará el turno el año próximo y se le desea de todo corazón que obtenga un diez del tamaño de Torreón.

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Pasando a Durango, el gober Ismael Hernández Deras ha elevado su nivel de atención para La Laguna, sobre todo en obra pública, que urgía, aunque a veces la ejecución deja mucho que desear. Don Ismael consiguió elevar el presupuesto para el Estado al irse a plantar con los curulecos federales y fue clave para que se instalara en Gómez Palacio el Centro Teletón, lo cual llevó al Gober a la televisión nacional a soltar unas cocodriláceas lagrimillas. Claro que hay pendientes, sobre todo en materia de seguridad y obra pública. En el resto del Estado, don Ismael enfrenta un duro problema de narcotráfico y la capital se ha convertido en un matadero. Con todo, don Ismael se lleva un decente SIETE que, como están las cosas, debería llevarlo a hacer una visita al Santuario de la Virgen de Guadalupe. El secretario de Comunicaciones y Obras Públicas de Durango, César Rodríguez, quedó reprobado por su incapacidad para dirigir la obra pública y terminarlas bien y a tiempo. El caso más notorio es el del Periférico, donde la ampliación ha sido una cadena de problemas, a pesar de que se canceló el contrato a la empresa. La obra, que debió concluir en diciembre, tiene un fuerte retraso y no se ve para cuándo. La Secope también fue encargada de la remodelación en la plaza principal de Gómez Palacio, donde retiraron el piso y lo sustituyeron por otro que a los tres meses empezó a desmoronarse, y ni qué decir de la remodelación del bulevar Miguel Alemán, donde olvidaron los pasos peatonales. La Pony, que no perdona obras mal hechas, sacó un severo TRES para don César, que aunque menos feo que un cero, no deja de ser horroroso. El procurador Daniel García Leal que entró al relevo de Jesús Gutiérrez se aventó una reestructuración de la dependencia, pero no ha logrado contener la escalada de violencia, que ha tocado a varios de sus agentes, asesinados por sicarios durante el año. La Pony tuvo que protegerse con chaleco antibalas para juzgar la gestión del funcionario, mientras las balaceras arrecian en Durango, con lo que le muestra un CINCO teñido de rojo. En La Laguna, la Subprocuraduría estuvo en desorden durante buena parte del año, con la gestión de Arturo Sánchez. La Pony casi se funde al analizar el desempeño de este funcionario que se la pasó metido en broncas con los agentes del Ministerio Público, que ya no lo aguantaban. Don Arturo pintaba para CERO, pero en septiembre fue destituido (así se dice, antes se usaba “corrido”) y reemplazado por Alejandro Moreno, quien ha puesto algo de orden en la dependencia, mejorando la atención al público, aunque el seguimiento de las investigaciones duerme el sueño de los justos. Con todo, don Alejandro ha sido una mejoría con respecto a su antecesor y se lleva un CINCO que puede mejorar.

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En Gómez Palacio, el alcalde Ricardo Rebollo cerró su primer año completo con buenos anuncios para la ciudad, en materia de inversión extranjera, la construcción del Centro Teletón y el proyecto de una base militar. Don Ricardo también se aventó la remoción de ambulantes y hasta se puso a hacer obra para Torreón, al iniciar por sus pistolas la reparación del vado del río Nazas y la limpieza del lecho. El problema de don Ricardo es adentro de su Administración, pues hasta ahora no ha logrado meter en cintura al Cabildo, que hace lo que quiere y se distingue por sus sesiones “express” que duran menos de cinco minutos. Mientras los regidores se la pasan cobrando a gusto, don Ricardo también trae la bronca con las obras en el bulevar Miguel Alemán que, para no perder la costumbre, salieron medio chuecas, y con la Planta Tratadora Oriente, que la Administración pasada dejó a medias y que el consorcio de empresas constructoras no ha podido terminar. Gómez Palacio ha pagado también el costo de la violencia, pues aunque la situación no es tan crítica como el año pasado, los índices delictivos se han disparado. La Pony, viendo que la gestión municipal ha mejorado en Gómez Palacio en comparación con las anteriores, le dejó a don Ricardo un decente OCHO que puede mejorar el próximo año si no empieza a suspirar demasiado por la gubernatura y a descuidar el changarro. En materia de seguridad, el año empezó con la turbulencia generada por el crimen organizado y termina con un alza en robos y asaltos. La labor del teniente coronel Horacio Ramírez en la Secretaría de Protección y Vialidad ha traído algo de armonía dentro de la corporación, luego del descontento generado por el mayor Roberto Orduña, quien fue cesado en febrero. Don Horacio ha recibido más recursos, aunque todavía no se ven reflejados en un mejor equipamiento y capacitación. El aumento en los índices delictivos tampoco lo deja muy bien parado. Don Horacio cierra el año de “panzazo” con un SEIS. En Obras Públicas, el director Manuel González Margáin está pendiente de las obras que se realizan pidiendo peritajes y certificaciones, algo a lo que las administraciones anteriores habían sido ajenas. A pesar de que en algunas ocasiones les ha jalado las orejas a algunos contratistas, a don Manuel le ha faltado mano dura y parece tener sus “consentidos”. Con todo, la Pony reconoce la obra que se realiza en Gómez Palacio y le entrega a don Manuel un bonito OCHO. El director del Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado, José Miguel Campillo, no pasó la prueba este año, pues el agua sigue siendo una de las broncas en la ciudad. Las quejas por la baja presión son cosa cotidiana y ha sucedido que hasta las colonias residenciales reciben el agua en pipas. Además, protagonizó un pequeño escándalo cuando se reveló que su cuate, Carlos Ibáñez, a quien le habían inventado el puesto de director técnico, pretendía vender al Sideapa tanques de almacenamiento con valor de cuatro millones de pesillos. Las licitaciones para varios proyectos en el Sideapa han resultado sospechosas pues se trata de empresas reconocidas por hacer mal las cosas, y no parece haber orden en esa dependencia. La Pony, ya agotada por llegar al final de las calificaciones, agarró aire y luego de un temblor, soltó un feo CINCO, con lo cual cerró el año.

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Al terminar su dura tarea, la Pony empezó a toser y a echar humo verde, por lo que nuestros subagentes especialistas en electrónica apagaron su cibernético cerebro para guardarla en su funda y dejarla descansar durante 2009, mientras este, su 007, se quitó la toga y el birrete esperando que el año que mañana empieza los gobiernos de ambos estados contengan sus ansias electoreras en la contienda para diputados, que los funcionarios no agarren la fiebre de brincar de puesto y que tengan conciencia de la crisis económica que se avecina (soñar no cuesta nada). Mientras tanto su 007 desea a todos sus lectores lo mejor para el próximo año.

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