Interesantes reuniones de fin de año tuvo el alcalde José Ángel Pérez con empresarios de la localidad, en la que le cuestionaron la preocupante falta de inversiones fuertes y la escasa obra de infraestructura que se necesita para atraerlas. Por un lado, don José Ángel se reunió con empresarios agrupados en FOMEC y, por el otro, con agremiados de la Coparmex. En ambos casos, cuentan nuestros subagentes disfrazados de inversionistas, el alcalde estuvo sereno ante las críticas que, en resumen, giraron en torno a tres ejes: la falta de inversiones y generación de empleo, la inseguridad y la bronca con el gober Humberto Moreira. Un cuarto tema fue tratado, que es la falta de unión entre los organismos empresariales, pero en este problema, obviamente, don José Ángel no tiene la culpa, la tienen los “ipecos” que se meten a “grillos” frecuentemente. Los subagentes comentan que el alcalde tiene un as bajo la manga para reforzar las cartas del Municipio en la atracción de inversiones y que está en buena parte motivado por el hecho de que el Gobierno del Estado no se ha puesto las pilas en eso del fomento económico en La Laguna, cuando las grandes inversiones se van a la peronera capital. Claro que en el Municipio también tienen que pensar un poco más en grande pues, a diferencia de lo que piensan los encargados de fomento, que se ponga aquí un “Starbucks” no califica precisamente como inversión extranjera.
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Las huestes del senador, primer compadre y secretario general del PAN (tres en uno, como el aceite) Guillermo Anaya andan preocupadones ante el creciente poder que el alcalde José Ángel Pérez anda agarrando en el PAN local y que sin duda usará para poner los candidatos a diputados locales en la elección de este año. Un “anayista” enmarcó recientemente el problema en una simple dualidad: en el grupo de don Memo hay puros generales y poca tropa y en el de don José Ángel, mucha tropa y pocos generales. Esto significa que en el grupo anayista están los cuadros de más experiencia, pero no cuentan con los militantes suficientes para darles candidaturas, y en el de don José Ángel están los militantes, pero tienen pocos cuadros. De hecho, en el horizonte del grupo del alcalde se ven pocos prospectos para pescar una candidatura y sólo suenan los nombres de Manuel Villegas, regidor preferido de don José Ángel y ahora jefazo del PAN municipal, y el del secretario del Ayuntamiento, Rodolfo Walss. Así las cosas, los panistas locales perfilan una carnicería este año que primero se manifestará en la integración del comité municipal (recuérdese que a don Manuel le dejaron el anterior, plagado de anayistas) y luego en la rebatinga por las candidaturas.
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A algunos funcionarios del “Gobierno de la gente” les entró un fuerte espíritu navideño-electoral para festejar estas fechas. Por ejemplo, el vicegobernador de Desarrollo Regional, Eduardo Olmos, envió cientos de correos personalizados deseando una Feliz Navidad a hogares laguneros. Curiosamente, la tarjeta omitía el cargo de don Lalo, que nomás puso su nombre, a lo mejor para darle la vuelta a la nueva ley electoral. Otro caso notorio fue el del vicegobernador de Turismo, Jaime Russek, quien metió una tarjeta de felicitación en uno de los sobres con publicidad que circularon profusamente en estas épocas, y la tarjeta de marras aparece junto a cupones de descuento y publicidad de restaurantes, lavadoras, automóviles y otras cosas (pero no de candidaturas). Evidentemente, para don Lalo, don Jaime y otros que cobran en la vicegubernatura, la temporada electoral empezó con la reciente temporada navideña.
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En Gómez Palacio, nuestros subagentes disfrazados de macetas en la Presidencial Municipal, reportan la creciente influencia del asesor de medios Jorge Torres en el círculo inmediato del alcalde Ricardo Rebollo. Don Jorge, al parecer, provee algunos servicios de promoción del alcalde, pero no es bien visto por prácticamente todos los directores municipales. Ése sería el menor de los problemas de don Ricardo si no fuera por que otro de los que no ven bien al asesor, es el gober de Durango, Ismael Hernández Deras, quien está molesto con don Jorge desde que en la elección de 2004 le contrató unas encuestas de salida que vaticinaron que el PRI iba a ganar la alcaldía de Lerdo cuando a la hora de la hora los barrió el PAN. Don Jorge no es ningún extraño en Gómez Palacio, pues compitió por la alcaldía bajo las siglas del PAN en 1998 y gastó tanto en la campaña que andaban embargando el edificio del comité blanquiazul. Sin embargo, desde hace tiempo, don Jorge se pasó a la senda tricolor donde ha encontrado buen cobijo y buena nómina que firmar.
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Los que ya tienen municiones para la bronca con el senador panista de Ramos Arizpe, Ernesto Saro, son los del clan Moreira, a propósito del incendio en el centro para manejo de residuos industriales de Ramos. Como se recordará, el gober señaló a don Ernesto en la andanada que desató contra los panistas luego de su informe, en octubre, y su hermano Rubén, que siempre anda a la caza de controversias como jefazo del PRI, le ha dado seguimiento. Específicamente, los ataques contra don Ernesto apuntaban a supuestos malos manejos en la concesión del depósito de residuos, conocido como CIMARI, en las épocas en que el hoy senador era alcalde de Ramos Arizpe. El problema es que el incendio se da en un depósito de residuos industriales en donde la contaminación del aire y el subsuelo es más alta que la normal, pues se trata de metales pesados, derivados de petróleo y químicos. Obviamente las autoridades estatales le van a sacar raja, pero también la Procuraduría Federal del Ambiente señaló que la empresa concesionaria no tiene la experiencia para estos menesteres, por lo que seguramente el expediente del CIMARI será reabierto y pasará a formar parte de la batalla entre el “Gobierno de la gente” y el senador que, dicen por ahí, ya empieza a soñar con despachar en el Palacio Rosa.
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