La estrategia de Gobernación parece ser conseguir el apoyo a la reforma energética a través de los señores feudales (perdón, los gobernadores) del país. Hasta ahora, don Humberto y don Ismael se han guardado sus posturas frente al espinoso tema, pero eventualmente van a tener que abrir sus cartas y revelarán si cabecean del lado del populismo nacionalista o si se ponen más pragmáticos y le ven el jugo financiero que los estados le pueden sacar. Claro que ni Coahuila ni Durango tienen una gota de petróleo, pero en el caso de Coahuila, el Estado alberga parte de la Cuenca de Burgos, la principal reserva de gas natural del país, que no se puede explotar porque Pemex no tiene recursos y no se puede asociar. También está el pendiente de aprovechar el gas metano que sale de las minas de carbón y que actualmente se desperdicia o provoca tragedias como la de Pasta de Conchos. De modo que don Humberto va a tener que definir la postura que más le conviene al Estado, la lana o el orgullo patriótico. El gober Hernández Deras se reunió con el joven Juan Camilo minutos después de que éste vio al “Gober precioso” de Puebla, Mario Marín, por lo que don Ismael anduvo en muy buenas compañías la semana pasada. No le vendría mal pasar por alguna iglesia y darse una confesada.
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Si alguien se topa con Emilio Bichara Marcos Wong, avísenle por favor que vive en Coahuila y que La Laguna es parte de Coahuila. Esto porque el director de la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento (CEAS) se aventó el otro día la puntada de decir que en el Estado hay un superávit de agua y que todos los municipios de Coahuila tienen más agua de la que necesitan. Sí, igual podríamos decir que hay elefantes voladores. Al parecer don Emilio no sabe que en la Comarca se saca el doble de agua de la que se repone cada año, pues ha de pensar que nomás porque el chorro sale de la llave quiere decir que hay agua. Don Emilio puso en evidencia la falta de contacto que hay entre las autoridades y el problema de escasez de agua, que le pega a La Laguna. Quién sabe en dónde estuvo los tres años en que fue alcalde de San Pedro. Nuestros subagentes reportan que los funcionarios en la Secretaría del Medio Ambiente, de la que depende el CEAS, se quieren trepar a las paredes cada vez que el jefe del organismo operador de agua del Estado dice semejantes disparates. Hoy andará en Madero, repartiendo distribuidores del “agua de la gente”, a ver si no sale con otra sesuda declaración. Lo bueno para don Emilio es que su chamba no está en riesgo, pues es sabido que es el pago de una factura política y ésas no se tocan.
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En esto del agua, desde la Cámara de Diputados reportan que fue el diputado Jesús de León el que elaboró los puntos de acuerdo para presionar a la Comisión Nacional del Agua a que estudie proyectos de recarga del acuífero en la Comarca Lagunera y no el diputado Carlos Bracho como se había comentado, aunque don Carlos también es firmante. Los curulecos panistas niegan que los puntos de acuerdo sean como llamadas a misa, sino que serían el primer paso para presionar a la Federación a que se mueva, aunque acá ni las autoridades locales se mueven. Don Chuy la gira de secretario de la Comisión de Medio Ambiente, que es donde se puso el punto de acuerdo, pues la de Recursos Hidráulicos la preside un diputado de Sinaloa y no deja pasar nada que no beneficie a su Estado. Al menos entre los diputados se ve algo de movimiento, porque en la de senadores nada, aún cuando ahí el secretario de la Comisión de Medio Ambiente es el duranguense Rodolfo Dorador, que dicen, nomás parece duranguense para efectos de buscar la gubernatura. Y a todo esto, preguntan los subagentes, ¿dónde está el primer compadre Guillermo Anaya?
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Subagentes que merodean los pasillos de la Presidencia Municipal de Gómez Palacio traen envidia de la buena contra el director de Recursos Humanos del Municipio, Máximo Rivas. Resulta que don Máximo se va hoy de vacaciones una semanita, pues se agenció boletos para ir a ver al golfista Tiger Woods en el torneo Masters en Augusta, Estados Unidos. Andan verdes de envidia los subagentes porque para conseguir boletos para uno de los torneos de golf más prestigiados del mundo, hay una lista de espera como de siete años. Quién sabe cómo consiguió los boletos, pero buena diversión le espera a don Máximo, aunque tenga apenas siete meses de haber agarrado el hueso. Pero es sabido que en Gómez, los asuntos municipales pueden aguantar una vacación.
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El gremio del comercio organizado está viviendo fricciones cada vez más fuertes a raíz del plan del Municipio para hacer un corredor peatonal que albergue a los ambulantes. La Cámara de Comercio está apoyando el proyecto del alcalde José Ángel Pérez, pero unos cuarenta comerciantes de las calles Cepeda y Valdés Carrillo están furiosos con el proyecto y ya preparan un amparo, lo cual podría retrasar la obra, como si la reactivación del Centro Histórico sea algo que pueda esperar o someterse al tortuguismo judicial. Si bien la Cámara de Comercio ha dado su apoyo a don José Ángel, es evidente que el Municipio no amarró todos los hilos. El desenlace no se antoja nada terso, pues los ambulantes tampoco ven con buenos ojos su reubicación a ese espacio (o a cualquier otro), pero el problema no hace más que crecer, pues el número de ambulantes se ha duplicado en los últimos cinco años ante la mirada complaciente de las autoridades. Como quiera que sea, el proyecto de don José Ángel es el único plan más o menos armado y concreto que han presentado las autoridades municipales desde que hay Centro en Torreón, por lo que merece, al menos, cierta consideración.
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La salida de David Ortiz Polanco de la Junta de Conciliación y Arbitraje se veía inminente hasta anteayer, cuando uno de nuestros subagentes con problemas laborales notó algo raro: que don David empacaba sus cosas en la mañana, pero por la tarde ya las había desempacado porque según esto siempre no se iba. Falso, dicen las huestes del gober Humberto Moreira, que señalan que la decisión ya está tomada y don David se va para su casa porque nunca está en su oficina y las quejas de empresarios estaban llegando a niveles intolerables, porque el funcionario ignoraba todas las resoluciones en su contra. La cuestión es que don David todavía no termina de irse y su relevo, Benjamín Loyola, todavía no la tiene amarrada.
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