El fallecimiento de Emilio Bichara Marcos Wong en un trágico accidente de aviación ocurrido la semana pasada, redunda en una pérdida lamentable tanto para su familia, como para la comunidad coahuilense en su conjunto.
Se trata de un joven de San Pedro de las Colonias que en forma precoz incursionó en los negocios de su familia, llegando a ser consejero de la Cámara de Comercio de su ciudad de origen a los diecisiete años de edad.
Movido por un legítimo impulso de participación en política, a la edad de veinticinco años Emilio se convirtió en alcalde de San Pedro como candidato del Partido de la Revolución Democrática en las elecciones del año 2002, en el marco de la apertura que brinda el sistema plural y competitivo que pese a la turbulencia, existe en nuestro país en busca de una democracia plena.
En su desempeño como alcalde Marcos Wong mantuvo e hizo madurar el fresco liderazgo que lo llevó al puesto, y durante su gestión contrajo matrimonio en una ceremonia colectiva que derivó en verbena popular.
El matrimonio Marcos Sánchez en sólo cuatro años fructificó en tres hijos, lo que habla del gran sentido vital y de lo familiar que alentaba el hombre.
Lo anterior es digno de reconocimiento en una sociedad en la que prevalece el individualismo extremo y que con el pretexto de “lo difícil que están las cosas”, hace que un gran número de jóvenes pospongan el matrimonio o de plano se refugien por siempre en una cómoda soltería que suele derivar en vacío existencial, al no estar sustentada en ningún propósito alternativo de entrega a una causa trascendente con sentido terrenal o religioso. También abundan los jóvenes obsesionados con “disfrutar” de la vida y eludir toda responsabilidad, cuando en realidad no han producido fruto alguno que justifique el “disfrute” al que gratuitamente aspiran.
Emilio en cambio se manifiesta como un joven adulto ávido de aprovechar su tiempo que tal vez adivinaba breve, volcado sobre sus semejantes, respondiendo a una vocación familiar y de servicio a la comunidad.
Marcos Wong ingresó al PRD de la mano de Rosario Robles, ex dirigente nacional de dicho partido que fue expulsada a raíz del escándalo de corrupción Ahumada-Bejarano que estalló en el Gobierno del Distrito Federal, de suerte que al término de su gestión como presidente municipal de San Pedro, Emilio se enfrentó a la disyuntiva de continuar descobijado dentro del PRD expuesto a las vicisitudes consiguientes, o buscar otros horizontes en su carrera.
El Gobierno de Humberto Moreira le abrió la oportunidad de un nuevo espacio dentro del servicio público como Director de la Comisión de Aguas y Saneamiento del Estado de Coahuila, en cuyo desempeño tropezó con el fatal accidente que puso fin a su existencia, un día antes de la fecha programada para el Bautismo del tercero de sus hijos.
La familia Marcos habrá celebrado o celebrará en fecha próxima el referido Bautismo, como un acto de fe en la vida eterna de la que ya goza Emilio y como renuevo de esa misma vida en la criatura que comienza.
Siempre es lamentable la pérdida de una vida humana, pero con mayor razón cuando se trata de una persona joven con un futuro promisorio. Sin embargo la intensa vida de Emilio y su muerte repentina e inesperada, lejos de privar de plenitud a su existencia, pone en relieve la abundancia de los frutos rendidos y nos aconseja aprovechar sin pausa cada momento de nuestras propias vidas.
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