Amables lectores, algunas veces en el transcurrir de esta vida y a todos los niveles o asociaciones ya sean de tipo escolar, en clubes de servicio, dependencias de gobierno o empresas en que trabajamos, nos hemos encontrado con gente negativa, que le pone pero a cualquier idea o sugerencia que alguien se atreva a expresar.
Durante la historia de la humanidad siempre han existido hombres que pretenden alcanzar nobles ideales pero en muchas ocasiones se han visto acechados por lo que llamaríamos “asesinos de ideales”. El idealismo se considera como “el principio del conocer y el ser de las ideas” y quizás el único ser que puede expresar sus ideas es el hombre. ¿Pero quiénes son esas personas que se podrían definir como asesinos de los ideales?... Pues son aquellos seres que son incapaces de producir nuevas ideas que aporten algo benéfico a la humanidad. Una de sus características es que carecen de amor propio y hacia los demás, son rutinarios, envidiosos, convenencieros, cómplices de intereses creados, de ahí que se vuelven borregos de cualquier sistema establecido.
Pero su principal característica es la mediocridad, ya que jamás aceptarán ideas distintas a las que conocen por tradición, estos mediocres entran en lucha y conflicto contra los ideales de otras personas, pues por su misma envidia siempre tratarán de opacar a un idealista, porque saben que su puesto (inmerecido muchas veces), dependerá de que el idealista jamás esté por encima de él, y nunca sea reconocido como fundador de una nueva idea o ideal que aporte algo benéfico a su organización o a los demás. En fin estos mediocres utilizarán todo lo que esté a su alcance para deshacerse de los verdaderos idealistas.
Un idealista es una persona capaz de utilizar toda su imaginación y pone todo su empeño en conseguir ideas innovadoras que aporten algo nuevo a cualquier organización o empresa, buscando que el futuro se vislumbre con mayor claridad y sobre todo con nuevas esperanzas de un mundo mejor para la humanidad. Son creativos, generosos, innovadores, líderes de opinión, pero sobre todo tienen algo que le falta al mediocre y que es; el amor hacia la humanidad. Por la cual se esfuerzan en alcanzar no sólo el éxito sino la gloria y lo consiguen principalmente al obtener ideas de gente más inteligente y preparada que ellos, pues sólo rodeándose de esta gente se logran consolidar grandes empresas.
Citando el poema de Desiderata, que dice: “aléjate de las personas ruidosas y agresivas que son un fastidio para el espíritu” también te digo amable lector, aléjate del mediocre que no deja que progreses en tu trabajo, o dentro de la organización a que perteneces. Dice la Biblia “por sus frutos los conoceréis” y en verdad estos asesinos de ideales son como las nueces vanas, vacíos y con mal sabor por dentro. Pero lo más importante es apartar las piedras del camino (los mediocres), para que nuestro futuro sea mejor cada día. ¡Hasta luego!
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