“Qué triste es el hombre que desea aparentar lo que no es, y pierde con ello la gran oportunidad de ser auténtico”.
Amables lectores, durante nuestra existencia ustedes y el que esto escribe, hemos conocido personas que son poco sinceras o que a través de aparentar ser de una manera son totalmente diferentes de lo que creíamos de ellas. Esto nos llena de decepción y deja al descubierto con quien verdaderamente estábamos tratando.
Sin que esto suene a crítica, conozco un matrimonio que se pasa la vida hablando sobre el espíritu de cooperación de los seres humanos y el amor hacia los demás, así como el ser bondadoso pero cuando la gente les da la espalda hablan mal de todo mundo y son incapaces de trabajar en beneficio de los demás pues sólo les importa colgarse las medallas del puesto que les fue otorgado en su club. Esto es aparentar y el aparentar lleva a estas personas irse quedando solas poco a poco ya que difícilmente alguien puede llegar a confiar en ellas y pierden toda credibilidad ante la gente.
Ser sincero es ser congruente con lo que eres, dices y actúas. El ejemplo del matrimonio en cuestión, es que lo hacen con el único fin de ocupar un lugar dentro de un círculo social determinado pero ignoran que si ellos no aparentaran lo que no son, entonces la gente tal vez los acepte y sean más apreciados que rechazados. Dice el refrán que “no se puede tapar el sol con un dedo” y esto es totalmente cierto.
Para poder tener un liderazgo en la vida o en tu propia vida uno de los elementos que ya mencionábamos es la congruencia. Si tratamos de aparentar un status que no poseemos y nuestros compromisos económicos los hacemos crecer (vía tarjeta de crédito u otro tipo de crédito) para aparentar una bonanza que no tenemos para obtener amistades, estamos siendo poco sinceros para consigo mismos, y para los demás. Desgraciadamente en nuestros tiempos como ya habíamos hablado en otra columna el tener se vuelve más importante para alguna gente que el ser.
Tenemos que entender que las personas te aprecian por lo que tú eres y ésta es parte de la sinceridad que debemos de tener los seres humanos; o acaso tú amas a tus hijos ¿por lo que son o por lo que tienen?... ¡Definitivamente por lo que son! Dice la Biblia que los amigos son un gran tesoro en tu vida, y si tú deseas cultivar amistad entonces muéstrate ante ellos realmente como eres, con todos tus defectos, carencias y cualidades. Sólo el que no entienda que eres auténtico, rechazará tu amistad pero el verdadero amigo estará a tu lado aceptándote por ser quien eres y tratará de aconsejarte y ayudarte para que superes tus defectos y limitaciones, y si tienes un amigo así, entonces tienes a un verdadero amigo.
Ahora debemos de cuidarnos de lo que mucha gente al referirse a sí mismos dice “yo no tengo pelos en la lengua”, queriendo dar a entender que son muy “francos o sinceros” pero en realidad lo que pretenden muchas veces es poner en mal a alguien delante de los demás y quedando ellos supuestamente como personas muy propias o sinceras pero esto lo único que logra es crear un ambiente destructivo en cualquier grupo u organización. Entonces si lo que estas personas pretenden es tratar de llegar a una aclaración o búsqueda de la verdad entonces es totalmente válido.
Ser sincero también exige responsabilidad y tacto, si una amiga te pregunta si tal vestido o peinado se le ve bien, tampoco la ofendas diciéndole que se le ve horrible, pues con tacto puedes aconsejarle que tal vez otro tono o color le favorecerían más y no estarías faltando a la sinceridad pues tampoco le estás aprobando lo que ella se puso. Si en la organización a la que tú perteneces o en tu trabajo ves que alguien se equivoca o no es lo adecuado para realizar cualquier tipo de proyecto pues da sugerencias constructivas y no “críticas constructivas” (que son más destructivas que constructivas) para llevar a cabo dicho proyecto y ganarás más con esta actitud y serás auténtico y sincero.
Recuerdo a un compañero de la facultad que era más feo que una mañana de cruda pero que lograba convencer a cualquier muchacha que le gustaba y les decía: “soy feíto pero originalito” a mí me daba risa pero en realidad él decía una gran verdad “era original” y todos en esta vida gozamos de esa originalidad o autenticidad propia de los seres humanos. En nuestros tiempos, y yo creo que en todos, los jóvenes tienden a querer parecerse a determinado grupo aunque ello los lleve a perder su propia identidad su originalidad y desde luego su sinceridad ya que aparentan en muchas ocasiones lo que no son con tal de pertenecer a esos grupos.
Si deseas tener verdaderos amigos, lucha por ser tú mismo y no aparentar lo que no eres. Arturo Benavides en su poema “Deshiderata” menciona: “sé sincero contigo mismo y en especial no finjas el afecto”, el Dalai Lama nos comenta: “la amistad sólo puede tener lugar a través del desarrollo, del respeto mutuo y dentro de un espíritu de sinceridad”.
¡HASTA LUEGO!
No se les olvide que la conferencia con el Dr. César Lozano “Cómo Tratar Con Gente Difícil” es el próximo jueves 21 de febrero a las 8:30 de la noche los boletos ya los pueden adquirir en el Teatro Nazas.
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