(Primera de dos partes)
La noticia fue como un rayo que le partía el corazón, Marie no daba crédito a lo que le acababan de informar; unos momentos antes Pierre, su compañero el amor de su vida había fallecido al cruzar la calle en un día lluvioso. Un pesado carruaje que era arrastrado por un caballo lo embistió accidentalmente y el desesperado trato de asirse de las bridas del caballo pero sus pies resbalaron en el lodo provocado por la lluvia y una de las pesadas ruedas paso sobre su humanidad matándolo casi instantáneamente, era un jueves 19 de abril de 1906 a las 2:30 de la tarde y la humanidad perdía a uno de los grandes hombres de nuestros tiempos. Marie preguntó: ¿ha muerto Pierre?, ¿no hay ninguna esperanza de vida? Sumida en un letargo Marie Sklodowska, recordó cómo había llegado a Francia cuando apenas contaba con 24 años en el año de 1891. Procedente de Polonia y con escasos recursos hija de un profesor de física, se trasladó a la universidad de la Sorbona en París y se matriculó en el curso de ciencias en otoño de ese mismo año. Se hospedó en un pequeño cuarto el cual no contaba con luz eléctrica ni calefacción y al acercarse el duro invierno sólo contaba con dos bolsas de carbón por lo cual casi no prendía la estufa y se ponía encima de sus cobijas la escasa ropa que llevaba con ella con el propósito de calentarse, lo que no conseguía pues seguía tiritando de frío. En la universidad era de aspecto tímido, su cabello rubio cenizo, contrastaba con su atuendo austero y pobre, de grácil figura llamaba la atención de algunos jóvenes pero ella no le interesaba lo sentimental y buscaba colocarse en la fila de adelante durante sus clases. Un día perdió el conocimiento y al despertar siendo atendida por un médico de la universidad confesó que sólo había probado en varios días un puñado de cerezas y unos rábanos. Llegó a pasar semanas enteras probando sólo té con pan y mantequilla una vez al día. (¡Qué suave la tienen nuestros universitarios de hoy en día, que hasta se van de tour a las selvas de Ecuador a “estudiar” a las Farc con el dinero de nuestros impuestos!). En 1894 a la edad de 27 años trabajando en el laboratorio se encontró por primera vez con Pierre Curie de 35 años, era alto de manos largas y finas con una barba pobladísima, y con una expresión en su cara inteligente y distinguida, y ella con una personalidad desconcertante pero encantadora, al encontrarse sus miradas comprendieron que habían nacido el uno para el otro. A los cuatro meses él le propuso matrimonio pero para ella en esos momentos era imposible pensar en casarse, por lo que aceptó después de diez meses de la propuesta. Casándose al fin y con el dinero del regalo de bodas compraron dos bicicletas y con ellas se fueron de luna de miel a pasear por los bellos campos franceses. (A golpe de pedal). Establecieron su hogar en un pequeño departamento de la calle Glacière en el número 24, y fue una de las primeras mujeres que debido a su profesión tenía que dejar preparada la comida para cuando regresaran (y como no había horno de microondas con programación de tiempo), dejaba la flama de la estufa baja de manera que cuando llegaran al departamento, la comida estuviera lista. A los dos años de matrimonio nació su primera hija llamándola Irene por lo que tenía que combinar sus obligaciones de madre y esposa con las de su carrera. Por fin, un día se graduó con honores y en el año de 1897 a la edad de 30 años ya contaba con dos títulos universitarios, y una beca por un trabajo de investigación sobre acero imantado, decidió hacer estudios de posgrado y para obtener el doctorado tuvo que realizar un trabajo de investigación, llamándole la atención una publicación del sabio francés Becquerel, donde relataba que de unas sales de uranio, emitían sin exposición a la luz unos rayos misteriosos. Por lo que se dio a la tarea de investigar de dónde procedían dichos rayos, y al colocar un compuesto de uranio sobre una placa fotográfica cubierta de papel negro éste dejaba una impresión sobre la placa, bautizando a este fenómeno con el nombre de radiactividad. Pero la naturaleza de la radiación y su origen era aún misterioso. Pidiendo permiso a la escuela donde impartía clases de física Pierre, se instalaron en un pequeño sótano que no contaba con piso y en él continuaron sus investigaciones y Pierre concluyó las suyas sobre magnetismo para dedicarse a la nueva investigación de su esposa. (Continuará...)
Aviso ¡Urgente! Cáritas de Gómez Palacio, Dgo. Está solicitando una casa amplia o edificio en préstamo por un lapso de dos a tres años ya que la construcción con la que cuentan les fue requerida y necesitan un nuevo local para seguir brindando el invaluable servicio que prestan a la comunidad. Sé que tú tienes buen corazón y si dispones de alguna finca por favor facilítala Dios te lo recompensará.
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