Después de participar en una rueda de prensa en Madrid, aquella mujer de 74 años fue abordada por un gran número de reporteros y fotógrafos, y a la luz de los flashes de las cámaras mencionó: “I’m a top model” (Soy una top model), ¿pero quién era esta famosa mujer?... su nombre: Ela Bhatt, originaria de la India y nacida en 1933 es considerada una de las más grandes líderes contemporáneas en su país.
Conocida como la “revolucionaria discreta” funda en el año de 1972 SEWA, cuyas siglas en inglés significan “self-employed women’s association”, que es la asociación de trabajadoras por cuenta propia. Formando así un sindicato (que nada que ver con los que conocemos hoy), que da apoyo a las mujeres que trabajan por su cuenta en la India, logró agrupar a muchas mujeres iniciando con un fondo de cuatro mil rupias, un equivalente a mil pesos mexicanos en ese año. Su idea surge al ver que muchas mujeres que trabajaban por su cuenta en la India no podían accesar a préstamos para poder fabricar o vender determinados productos que ellas mismas elaboraban, llegando en ocasiones a pagar arrendamiento por utilizar una máquina de coser con gran pérdida de su utilidad y si accesaban a algún tipo de crédito éste era en muchas ocasiones imposible de pagar por los altos intereses que se cobraban del mismo (como que me recuerda las tarjetas de crédito). Viendo la gran necesidad de contar con créditos más accesibles y con la filosofía del bien común funda un banco que en la actualidad recupera más del 95 por ciento de los préstamos proporcionados a sus asociadas. Como presidenta y fundadora del banco SEWA proporciona a sus afiliadas además de microcréditos, servicios financieros enfocados en la salud, atención infantil y de seguros. Y el banco SEWA es la institución micro crediticia más grande del mundo. Esto también ha servido para que las instituciones crediticias de aquel país frenen sus prácticas abusivas, que desgraciadamente padecemos en el nuestro.
Lo que ha permitido lograr uno de los proyectos más ambiciosos de SEWA, que es crear y fomentar un ambiente favorable para que las mujeres trabajadoras tengan más ingresos y un buen control sobre los mismos. Actualmente su organización tiene alrededor de 700 mil mujeres afiliadas y se han formado 100 cooperativas derivadas de la misma.
No conforme con lo alcanzado hasta hoy Ela Bhatt, es además presidenta y fundadora del Banco Mundial de Mujeres, La Alianza Mundial de los Trabajadores Domésticos, y la coalición internacional WIEGO (mujeres en el empleo informal, organización y globalización), y es miembro durante más de una década del consejo de administración de la Fundación Rockefeller.
Aparte de esto ha sido reconocida con muchos premios y galardones a nivel internacional entre ellos el doctorado Honoris Causa de las universidades de Harvard y Yale, y de muchas otras instituciones.
Aunque ha reconocido que los microcréditos son insuficientes para poner fin a la pobreza, apuesta por acciones integrales que si mejorarían mucho la condición económica de la gente debido a que en la India hace falta un modelo adecuado que proporcione seguridad social (tal vez con el que contamos en el país). Según sus propias palabras Ela menciona:
“No somos comerciantes de sal. En sí, no somos banqueros. Nosotros estamos aquí para reconstruir la sociedad sobre la firme base de los valores humanos”.
“Como una forma de servicio a los demás en tu vida diaria. Como una forma de anteponer las necesidades de los demás a las tuyas propias”.
Amables lectores Ela Bhatt trabaja como ya se mencionó antes con la filosofía del bien común. En nuestra sociedad como ya lo he mencionado en columnas anteriores anteponemos “nuestros derechos” sobre el derecho de los demás, pienso que esta conducta (de ver primero por nuestros derechos) es muy equivocada, ya que si volteamos nuestra mirada hacia los países que se hacen llamar Comunidad Económica Europea, estos países son ejemplo de que van saliendo adelante. Al contrario de nuestros vecinos del norte E.E.U.U. quienes en lugar de mejorar van retrocediendo, precisamente por su egoísmo de querer ser siempre los primeros y pasando por encima de los demás. Reconstruyamos nuestra sociedad como lo dice Ela, primero sobre la base firme de los valores humanos, y anteponiendo las necesidades de los demás sobre nuestras propias necesidades, pues si respetamos los derechos de la comunidad estaremos respetando los propios.
¡HASTA LUEGO!
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