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VIDA Y SERVICIO / “UN POZO SIN FONDO”

DR. GUILLERMO RODRÍGUEZ RIZADO

La noticia había corrido como reguero de pólvora, de su sepulcro, el cadáver del Nazareno había sido robado. Ante Pilatos varios sacerdotes se encontraban alarmados pues esto daba pie a que la gente creyera que la profecía se había cumplido, por lo que tomando una decisión esparcieron el rumor de que mientras los guardias dormían, los discípulos del nazareno lo habían robado de la cueva sepulcral. Y hasta ofrecieron una recompensa a quienes dieran con el paradero del cuerpo de Jesús.

Por un camino que lleva a Emaús aquel viejo soldado caminaba y enterado como estaba de ese acontecimiento, buscaba indicios que le permitieran dar con el paradero del cuerpo del Nazareno. Delante de él a lo lejos vio a tres hombres que conversaban con dos mujeres y en cierto momento éstas regresaron por el camino, y no dejó de advertir que se encontraban alteradas, por lo que decidió seguir a aquellos tres hombres. Una cosa le llamaba la atención; y era que las vestiduras de estos hombres resplandecían como la nieve. En cierto momento ellos se apartaron del camino, por lo que él hizo lo mismo, y apresurando el paso poco a poco logró darles alcance.

“Alto ahí” les indicó, los tres hombres girando lentamente se volvieron hacia él ¿Qué deseas? Cuestionó el de en medio. Al observarlos notó que a excepción del hombre de en medio, sus rostros no le eran familiares. De dónde procedéis volvió a preguntar el soldado, contestándole el de en medio “ellos proceden de la casa de mi padre”. Abriendo desmesuradamente los ojos exclamó: “yo te conozco”, “tú eres el Nazareno”. ¡No es posible!, Tú estás muerto, “yo te vi morir en la cruz”.

¡Pero he resucitado!... “perdón señor” dijo el soldado inclinándose, verás... Yo procedo de Capernaum, un viejo amigo que es un alto funcionario me mencionó que tú curaste a su hijo, tan sólo con indicarle que fuera a su hogar y al llegar su hijo ya había sanado. Por lo que al enterarme que tú estabas en Jerusalén decidí emprender el viaje, pero al llegar aquí, me enteré que habías sido tomado preso y te habían condenado a morir crucificado en el Gólgota. Pero al llegar a ese sitio ya era tarde y después de una gran oscuridad vi cómo te bajaban inerte de la cruz. Esto me entristeció, por lo que decidí esperar a que pasaran unos días antes de regresar a Capernaum, cuando me enteré que alguien había robado tu cuerpo, pensé que dando con tu paradero tal vez podría venerarte. Pero, necesito de tu ayuda. Mi hijo el primogénito hace ya un tiempo perdió en un accidente a una hija y a mi nuera. Desde entonces su alma no ha tenido consuelo y se ha dedicado a beber, abandonado su trabajo y a sus otros hijos. ¡Estoy desesperado! Pues lleva ya muchos días sin probar alimento, y si despierta lo único que pide es más vino, e inclusive ya sangra por la boca.

¡No sé qué hacer señor! Dime si aún es tiempo y si es posible tu ayuda. “A partir de hoy tengo todo el tiempo de la eternidad” contestó el Nazareno, ¿crees en las palabras que te dijo tu amigo?... ¡Sí creo Señor! Entonces vete sin pendiente y regresa a tu hogar.

Emprendiendo inmediatamente el viaje de regreso el soldado se dirigió a Capernaum.

Al llegar a su hogar vio con alegría a su hijo sentado en la mesa y que probaba algunos alimentos. Al verlo el hijo exclamó “padre qué bueno que has llegado”, tengo algo qué contarte: verás, no sé cuánto tiempo llevaba atrapado en un pozo, del cual no podía salir, mi dolor y desesperación me hacían sumirme cada vez más en ese pozo, y lo único que aliviaba mi desesperación era el vino que ingería, y ya nada me importaba ni siquiera el llanto de mis otros hijos. Pero me ocurrió algo extraño, mientras yacía en el piso en medio de mis inmundicias, la puerta se abrió y por ella entró un hombre del cual no pude ver bien su rostro, pero recuerdo que tenía sus manos heridas, y extendió sus brazos hacia mí, preguntándome si deseaba salir de ese pozo, a lo que le respondí que sí, y apoyándome en sus brazos me hizo levantarme y al salir del pozo, casi de inmediato, desapareció en mí toda esta ansiedad que he vivido durante mucho tiempo. Cuando estuve de pie ya no había nadie, pero lo que sentí fue una gran sensación de paz en mi corazón, al saber que mi esposa y mi hija ya gozan de una mejor vida. Por lo que llamé a mis demás hijos y con lágrimas en los ojos les pedí perdón y les juré que ya jamás volvería a beber...

“Si tú te encuentras, también sumido en la desesperanza y en la desesperación a causa de problemas, drogas o alcohol, no desesperes, ten Fe; piensa que hay un poder superior, que en este día se manifiesta a través de la resurrección y la vida eterna. Aférrate también a sus brazos y piensa que sólo así lograras salir del pozo en que estás metido”.

El pasado jueves 13 de marzo se llevó a cabo durante la reunión del Consejo Durango Lagunero de las Ong’s el módulo para la legalización y profesionalismo de las organizaciones agrupadas dentro del consejo, a través del Lic. José Antonio Murrieta, del grupo milenio de México, y el patrimonio de Beneficencia Pública del Estado de Durango.

La próxima reunión del consejo será el día cuatro de abril en el local que ocupan las vicentinas de Lerdo (atrás de la Divina Providencia de esa ciudad).

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