“EL JARDINERO”
Mientras Louis Washkanky, observaba los bellos jardines del hospital no podría imaginarse que aquellos mismos jardines habían sido cuidados en otro tiempo por un hombre negro de nombre Hamilton Naki, ni mucho menos se enteró que este hombre había tenido un importante rol en el transplante cardiaco al que él había sido sometido en Sudáfrica, convirtiéndose en el primer hombre en la historia en someterse a un trasplante de corazón.
Mientras trataba de cruzar la calle Denise Darvaald no se percató de la presencia de un veloz automóvil que se aproximaba hacia ella, cuando intentó reaccionar ya era demasiado tarde. El impacto fue brutal Denise salió volando por los aires y vio cómo el pavimento se aproximaba velozmente sobre su cara, después ya no supo nada, los paramédicos al llegar al lugar del accidente se percataron de las graves heridas que tenía en su cráneo por lo que decidieron trasladarla de urgencia al hospital Groote Schuurhospital en ciudad del Cabo en Sudáfrica, donde le diagnosticaron muerte cerebral, pero su corazón seguía latiendo. En otra cama se encontraba Louis a quien se le agotaban los medios de seguir con vida pues su corazón estaba seriamente deteriorado, entonces el Dr. Barnard decidió llevar a cabo el primer transplante de corazón, llamando de inmediato al Dr. Naki para que fuera él, el encargado de extraer el corazón donante que sería implantado en el pecho de Louis. Todo mundo quedó impresionado por la gran destreza del Dr. Naki quien limpió el corazón de todo rastro de tejidos ajenos al mismo, así como de sangre para que éste pudiera ser transplantado sin ningún contratiempo operación que duró 48 horas.
¿Pero quién era Hamilton Naki?, Naki había abandonado sus estudios a la edad de 14 años, debido a la segregación racial existente en Sudáfrica llamada apartheid, con el tiempo fue empleado como jardinero en la escuela de medicina y su natural curiosidad lo hizo que fuera ocupado en limpiar los chiqueros donde se criaban los cerdos de la universidad y entre sus ocupaciones le llamaba la atención las experiencias con animales que eran utilizados por los estudiantes para sus prácticas de cirugía. Por lo que aprendió rápidamente las técnicas quirúrgicas, ya que él jamás estudió ni cirugía ni medicina. Con el tiempo se convirtió en un excelente cirujano pues su destreza era inigualable, según las propias palabras del Dr. Christian Barnad; “tiene mayor pericia técnica de la que yo tuve nunca. Es uno de los mayores investigadores de todos los tiempos en el campo de los transplantes, y habría llegado muy lejos si los condicionantes sociales se lo hubieran permitido”.
El Dr. Naki, al igual que cualquier negro tenía prohibido tocar siquiera a cualquier blanco mucho menos operarlos, después de la exitosa operación a la que fue sometido Louis, el Dr. Naki apareció en una foto del equipo quirúrgico que intervino en la operación, y al preguntarle la prensa al director del hospital que quién era ese hombre negro éste se concretó en contestar que se trataba de un empleado de intendencia que se había puesto accidentalmente en la fotografía. Por lo que con el tiempo se convirtió en “el cirujano clandestino”, y era el mejor, ya que daba clases a los estudiantes blancos, pero sólo percibía el sueldo de un técnico de laboratorio, que era el sueldo máximo que el hospital permitía pagar a un negro y era un aproximado de 275 dólares al mes es decir unos tres mil pesos mexicanos, y fue la misma pensión que se le otorgó al retirarse después de tanto servicio a favor de la humanidad. Desgraciadamente el día 29 de mayo de 2005 cierra sus ojos para siempre este gran ser humano que es un ejemplo para muchos estudiantes universitarios que difícilmente lograrían lo que él llegó a ser.
Esta historia me recuerda a otro buen amigo a quien conocí en la facultad de medicina de nombre Ramón que al igual que el Dr. Naki, nos enseñó las técnicas quirúrgicas, Ramón era el encargado de enseñarnos a anestesiar a los perros y nos daba las indicaciones necesarias para las diferentes técnicas quirúrgicas que practicábamos y que él conocía a la perfección, así como el adiestramiento en la elaboración de los diferentes tipos de suturas y los nudos quirúrgicos tan indispensables en cualquier cirugía. Pero tampoco él era médico y nunca había estudiado medicina, mas sin embargo fue él quien inició durante muchos años a infinidad de estudiantes de medicina en la práctica de las técnicas quirúrgicas. Desgraciadamente Ramón para completar su salario trabajaba como velador en una tortillería de la colonia Carolinas donde una noche un vicioso se introdujo a la misma y sorprendiéndolo dormido lo apuñaló inmisericordemente acabando con la vida de un gran hombre al que le debemos mucho varias generaciones que pasaron por nuestra facultad de medicina. El asesino fue sentenciado pero en la actualidad goza de plena libertad debido a la corrupción y los vacíos de nuestro sistema legal. Descanse en paz mi buen amigo.
El próximo 16 de agosto en el Teatro Nazas se llevará a cabo la conferencia de Olga Nelly García titulada “Deja de Cargar al Mundo... Vive tu Vida” los boletos ya están a la venta en el mismo teatro y también puedes solicitarlos al teléfono 715-79-31, y será a beneficio de la construcción de la casa hogar de CHILD A.C.
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