Los niños han sido testigos de diferentes movilizaciones policíacas en varios puntos de la ciudad.
CONSECUENCIAS
Los hechos de inseguridad que se han registrado en el estado han sido atestiguados por menores de edad, incluso han involucrado instituciones educativas de diferentes niveles; esto puede alterar su conducta de alguna manera.
Durango. La serie de hechos violentos que se ha registrado en la ciudad de Durango ha abarcado diversos puntos de la urbe, donde incluso se ubican centros escolares. El secretario de Educación Pública del Estado, Jorge Andrade Cansino, dijo tener conocimiento de dos hechos concretos, uno en la capital del estado y otro en la cabecera municipal de Santiago Papasquiaro, donde los delincuentes han penetrado en recintos educativos. Explicó que los niños que son testigos de estas situaciones pueden presentar cambios de conducta y para ello se cuenta con un área específica que investigue el origen para darles atención de diferente tipo.
Para detectarlo. Andrade Cansino fue cuestionado sobre cómo detectan el sector educativo las consecuencias de la violencia en los niños, respondió que los principales referentes son los propios maestros. “Cuando un maestro nota algún cambio de conducta en un muchacho, ya sea porque en el seno familiar, en la colonia o en la propia escuela se vivió un hecho de violencia, y esto está cambiando su conducta, tenemos las Unidades de Servicios de Apoyo a la Educación Regular”.
Antecedentes fuertes. El Secretario de Educación Pública expresó que en el año y medio que tiene en el cargo se han registrado dos casos, “uno que ocurrió en una de nuestras escuelas por el fraccionamiento Camino Real y otro que ocurrió en Santiago Papasquiaro”, al referirse a éste en específico detalló que se trató de una persecución por parte de delincuentes a un policía de Tránsito que buscó refugio en una escuela, incluso los malhechores penetraron al recinto escolar pero el agente brincó una barda, pero el hecho dejó una gran conmoción en la escuela.
Violencia en el hogar. Aunque lo más deseable es que no se repitan estas situaciones, “se tiene un seguimiento por parte de los cuerpos de psicólogos sobre los muchachos cuando ocurre una situación de esta magnitud para detectar, sí ocurren con frecuencia, cambios drásticos en la conducta de varios muchachos”, abundó el funcionario. Para ello se investiga qué está pasando con los alumnos, los resultados indican que muchas veces se debe a situaciones conflictivas en el seno de sus propios hogares.
Seguimiento. En el caso concreto de la balacera que se escenificó el pasado 20 de octubre frente al CBTIS 130; hubo alumnas que presentaron crisis nerviosas al presenciar los hechos y algunas afirmaron ser testigos del escape de los delincuentes; en los alrededores se encuentran por lo menos dos instituciones que también se vieron involucradas.
La más violenta en la ciudad
Durango. La mañana del 20 de octubre se escenificó una intensa movilización al sur de la ciudad. Decenas de patrullas y por lo menos 200 agentes de todas las corporaciones y del Ejército Mexicano recorrían el bulevar Durango y vialidades aledañas a toda velocidad, después de que se registraran varias balaceras con saldo de una persona muerta, cuatro agentes de la DEI heridos y por lo menos tres civiles lesionados por arma de fuego, mientras tanto la ciudadanía sufría crisis nerviosa al ver toda la movilización policial que se suscitaba en el lugar.
La Secretaría de Educación Pública puede diagnosticar los cambios de conducta de los estudiantes, generados por diferentes tipos de violencia.
Las Unidades de Servicios de Apoyo a la Educación Regular cuentan con psicólogos, terapeutas y una serie de profesionistas para atender cambios en los niños.