Miguel Ángel Santacruz Armendáriz, jefe del departamento de Investigaciones de la Policía Ministerial de Sinaloa, fue ejecutado la noche del lunes en una gasolinera de un centro comercial en la zona Poniente de la ciudad de Culiacán. (Notimex)
La mayoría de los crímenes se perpetró en Chihuahua, Sonora y Sinaloa.
Chihuahua, Sonora y Sinaloa vivieron una jornada de extrema violencia las últimas horas, al registrarse la ejecución de 17 personas, siete de éstas policías estatales y municipales.
En Ciudad Juárez, la comandante del Grupo de Delitos Sexuales de la Subprocuraduría de Justicia de Chihuahua, Berenice García Corral, fue ejecutada la noche del lunes por sicarios que irrumpieron hasta la cochera de su vivienda, donde estacionaba su vehículo.
Ella se desempeñaba, además, como segundo mando de la Agencia Estatal de Investigaciones, donde tenía más de una década de servicio.
En esta misma ciudad fue hallado muerto el guardia de seguridad de un bar, una hora después de que un comando lo “levantó” en su trabajo.
En otro hecho de violencia, dos agentes municipales que estaban en una patrulla estacionada en el fraccionamiento María Isabel, fueron heridos de bala por desconocidos.
Y a dos cuadras de la comandancia de Parral fueron asesinados a balazos dos agentes municipales, por sujetos que viajaban en una camioneta, y a los que intentaron detener.
Estas muertes se suman a la registrada la víspera, donde policías federales mataron a un joven de 21 años en un retén en la zona del Valle de Juárez.
En Nogales, Sonora, un enfrentamiento a balazos entre presuntos delincuentes y policías municipales dejó un saldo de cuatro muertos, uno de ellos agente. En la refriega fueron detenidas tres personas.
Y en lo que se presume como secuela de dicho tiroteo, en Hermosillo fue asesinada una mujer, familiar de los sicarios.
Por la tarde, en Cajeme fueron hallados envueltos con bolsas los cuerpos semicalcinados de dos hombres; a uno le cercenaron ambas piernas.
Ayer, de 13 impactos de calibre AK-47, fue asesinado el agente ministerial, José Manuel Peña López, cuando circulaba en una camioneta color rojo por la avenida Circunvalación, de Mazatlán, Sinaloa; dos sujetos que se desplazaban en una motocicleta le dispararon a corta distancia.
Mientras que la noche del lunes fue acribillado el coordinador de Investigaciones de la Policía Ministerial del Estado, Miguel Ángel Santa Cruz Armendáriz.
En Navolato, fue localizado el cuerpo de un hombre decapitado; dos crímenes más ocurrieron en Guasave y Culiacán.
Además, otros tres crímenes presuntamente relacionados con la delincuencia organizada ocurrieron en Chiapas, Tamaulipas y Durango.
También dos mujeres indígenas -madre e hija- fueron asesinadas a tiros en una zona montañosa de Guerrero, al parecer por una venganza, informaron fuentes oficiales.
Pide dirigente ganadero a atacantes ‘dar la cara’
El presidente de la Unión Ganadera de Guerrero, Rogaciano Alba Álvarez, dijo que si alguien tiene cuentas pendientes con él se lo diga de frente, luego de dos ataques contra ganaderos que dejaron 17 muertos, entre éstos dos de sus hijos.
En entrevista vía telefónica con medios locales, el líder ganadero agregó que por el momento desconoce la situación de su hija Ana Karen Alba, quien fue secuestrada en su domicilio por el grupo armado tras el segundo ataque, en Petatlán, el domingo pasado.
Demandó a las autoridades investigar a fondo tanto la agresión del sábado, en Iguala, en la que fallecieron siete ganaderos, como la de Petatlán, en la que murieron 10 personas, entre ellas sus dos hijos.
“Yo soy la persona más interesada en que se haga una investigación bien hecha, una investigación donde se le diga a la sociedad cuál fue el problema o qué problemas tengo yo con esa gente”, refirió.
Desmantelan red que vendía armamento
Agentes federales y del estado de Arizona, EU, detuvieron ayer al dueño de una tienda de armamento y a dos ciudadanos mexicanos acusados de tráfico de armas de fuego que eran vendidas a los cárteles de la droga en México.
George Iknadosian, dueño de la tienda de armas “X-Caliber”, ubicada al Norte de Phoenix, enfrenta cargos por fraude, “lavado” de dinero y por la operación de un negocio ilegal.
Asimismo, agentes del Departamento de Policía de las ciudades de Mesa y de Phoenix arrestaron a los hermanos, Hugo y César Gámez, ambos ciudadanos mexicanos y con residencia legal en Estados Unidos, quienes fueron identificados como las cabecillas del tráfico de armas.
Durante una conferencia de prensa, las autoridades indicaron estar seguras que 650 armas de fuego, incluidas réplicas de 250 AK-47 terminaron en las manos de narcos mexicanos.