La sensación de inseguridad que priva en la gente ha generado reacciones de ansiedad entre la población, ya que el impacto de sucesos como estos, es inmediato, indica.
Las consultas siquiátricas por problemas sociales, como los atentados en Michoacán, han tenido un discreto repunte y ante la situación que se vive, existe una tendencia a la alza en su demanda.
Según Arturo Castro Robledo, médico siquiatra, en las próximas dos semanas comenzarán a evaluarse las repercusiones síquicas (mentales) de los últimos sucesos, como el avionazo en Reforma y Periférico donde murió el secretario de gobernación, Juan Camilo Mouriño.
El experto afirma que la población más susceptible ante este tipo de hechos, es aquella que sufre algún padecimiento mental de fondo.
A los consultorios están llegando, añade, pacientes que no fueron directamente afectados por los hechos, pero a quienes impactó la noticia del atentado en Michoacán y se espera que lo mismo pase con el avionazo en la ciudad de México.
La sensación de inseguridad que priva en la gente ha generado reacciones de ansiedad entre la población, ya que el impacto de sucesos como estos, es inmediato, indica.
Castro Robledo explica que hay un sentimiento generalizado de desprotección e inseguridad, lo cual tiene repercusiones en la vida cotidiana.
“Si personajes de alto rango pierden la vida de una manera tan atroz, tan repentina, resulta que la gente empieza a vivir la sensación de que en cualquier lugar y momento puede ser víctima de una situación análoga”.
No obstante, considera que dependerá de la vulnerabilidad de cada individuo la forma en que le impacten noticias de este tipo para manifestar o no síntomas patológicos como ansiedad, inseguridad, temor, desconfianza, desprotección.
En casos más patológicos, la gente puede presentar incluso ansiedad anormal con manifestaciones fisiológicas, entre ellas, dificultad para respirar, sensación de ahogo, dolor o malestares abdominal y de pecho, y náusea.
Otro tipo de padecimientos están relacionados con el estado mental, como inestabilidad, sensación de mareo o desvanecimiento, la idea de que las cosas no son reales, sentir como que están viendo una película (despersonalización), pérdida de control, sentir que enloquecen y temor a perder el conocimiento
Además, se puede presentar miedo a morir y otras sensaciones, como oleadas de calor o escalofríos, adormecimiento, entumecimiento o sensación de hormigueo, taquicardia, sudoración de manos, insomnio e, incluso, enfermedades gastrointestinales.
El siquiatra señala que incluso este tipo de hechos puede precipitar una elevación de la presión arterial de las personas o disparar la hipertensión en las más sensibles.
La incertidumbre que existe entre la población sobre la veracidad de la información, genera además un ambiente de desconfianza hacia la autoridad “y esto levanta una especulación y una reacción paranoide en la población.
