Advierte Soberanes que los efectos de la lucha antinarco ‘se le están saliendo de las manos’ al Gobierno.
La violencia que se registra en el país está fuera de control y los efectos de la lucha contra el crimen organizado “se le están saliendo de las manos” al Gobierno Federal, señaló el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes Fernández.
Al presentar su informe anual de labores en la Cámara de Diputados, dijo que es grave la situación de los derechos humanos en México, pues además de los ajustes de cuentas y los abusos cometidos por el Ejército en los operativos contra el crimen organizado, la libertad de expresión está amenazada por los homicidios de periodistas y los “pobres” resultados de las investigaciones oficiales, la reconciliación social en Oaxaca se ve distante y continúan los abusos contra los migrantes.
Consideró que el retiro del Ejército en las labores de seguridad pública debe ser cauteloso y paulatino para evitar que la población sufra las consecuencias de no combatir al crimen organizado con la fuerza del Estado. Sin embargo, demandó al Ejecutivo Federal anunciar una hoja de ruta para que inicie el retiro de los militares de esas labores, pero también se capacite y fortalezca a la Policía con armamento y salarios adecuados.
Al término de la presentación de su informe ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en entrevista con la prensa, el ombudsman nacional agregó que la situación de los derechos humanos en el país es grave, pues “lo vemos a diario en las noticias, los homicidios, los ajustes de cuentas que nos están llevando a un estado policiaco, hay policías que mueren, todo eso nos enfrenta a un clima de violencia tal, que se está saliendo de control”.
Al preguntarle si el saldo de la lucha contra el crimen organizado ha evidenciado el fracaso del Gobierno Federal, Soberanes Fernández respondió de manera afirmativa y propuso que para lograr con éxito esta tarea se debe crear una corporación policiaca de élite capacitada para afrontar el narcotráfico de manera sistemática.
Al iniciar la presentación de su informe, el presidente de la CNDH expresó su preocupación por las muertes de migrantes mexicanos en la frontera con Estados Unidos. “Yo como defensor del pueblo asumo la representación y quiero, aquí y ahora, desde la máxima tribuna del país, denunciar esos crímenes execrables que, hasta ahora, han quedado en la total impunidad”.
Informó que durante 2007 abrió 84 expedientes de queja por agravios a periodistas y “la cifra está lejos de ser tranquilizadora”, pues agregó que en el mismo periodo fueron asesinados tres trabajadores de los medios de comunicación y tres desaparecieron. Ante ello, dijo, “la escasa atención gubernamental ha creado un ambiente de impunidad”.
Ante los legisladores federales denunció la poca disposición de las autoridades de los Ayuntamientos para atender las recomendaciones de la CNDH y solicitó a los congresos locales vigilar esta situación.