El Papa Benedicto XVI saluda al Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, durante su visita a la sede de la ONU en Nueva York, EU. (AP)
El Papa Benedicto XVI llegó hoy al cuartel general de Naciones Unidas (ONU) donde fue recibido por el secretario general del organismo, Ban Ki-moon.
Después de posar para los medios con las banderas del Vaticano y de la ONU de fondo, en el lobby principal del edificio de 38 plantas, el Pontífice se dirigió a la Asamblea General, desde donde tenía previsto pronunciar un discurso ante representantes de los 192 países miembros del organismo.
A las afueras de la ONU, medio millar de personas se concentraron para darle la bienvenida en un ambiente festivo, que incluía una banda de jazz. Dentro, numerosos funcionarios hacían largas colas para poder acceder a la Asamblea General par poder ver su discurso en directo.
Las medidas de seguridad implementadas fueron extremas, al mismo nivel que cuando el presidente George W. Bush visita la ciudad e incluso más rígidas que cuando se celebra, cada septiembre, la inauguración de la Asamblea General a la que acuden numerosos Jefes de Estado y e Gobierno.
Varias cuadras alrededor del complejo de Naciones Unidas, sobre la Primera Avenida entre la calle 42 y 47, fueron cortadas al tráfico. La presencia policial y del servicio secreto era más que notable, con agentes apostados en cada esquina.
Franctiradores de élite se apostaron en los tejados y varios helicópteros del Departamento de Policía de Nueva York sobrevolaron el área mientras unidades antiterroristas 'barrieron' la zona desde primeras horas de la mañana.
Dentro de la ONU, y una vez que el Pontífice llegó a sus instalaciones, los movimientos tanto de los propios funcionarios como de la prensa fueron limitados. Numerosos agentes del propio cuerpo de policía de la ONU y del Servicio Secreto tomaron el edificio.