El presidente José Luis Rodríguez Zapatero hará una visita al nuevo presidente en Washington "tan pronto como sea posible" como indicio de que desea mejorar las relaciones de España con Estados Unidos, declaró hoy un alto dirigente del PSOE, el partido gobernante.
"Sea demócrata o republicana, creemos que será una mejor administración para las relaciones con España de lo que ha sido la administración Bush", dijo Elena Valenciano, secretaria de relaciones exteriores del PSOE, refiriéndose al actual presidente George W. Bush, quien concluye su gobierno de ocho años en enero.
Admitió, sin embargo, que el PSOE comparte con el Partido Demócrata y su candidato Barack Obama "un mayor espacio ideológico" que con el Partido Republicano y su abanderado, John McCain.
"Pero, si fuera el caso que ganara McCain, también aguardamos con esperanza una mejor relación de la que hemos tenido con Bush", dijo.
Valenciano formuló sus comentarios en una entrevista cuando iniciaba el segundo de tres días de contactos en la capital estadounidense con dirigentes políticos, principalmente demócratas, grupos sindicales y de análisis político, y congresistas de origen hispano.
El PSOE tiene previsto enviar una delegación a la convención nacional demócrata que se celebrará en Denver, Colorado, del 25 al 28 de agosto, y estaría encabezada por el secretario de organización, José Blanco. Se desconocía de momento, si la misma delegación asistiría a la convención republicana, que se hará en la semana siguiente.
En sus convenciones, ambos partidos proclamarán a sus candidatos para las elecciones de noviembre.
"Nosotros sí creemos que, gane quien gane (la presidencia de Estados Unidos), la relación bilateral será mejor", dijo Valenciano.
España, bajo la presidencia de José María Aznar, del Partido Popular, de derecha, fue uno de los dos aliados europeos más comprometidos con Estados Unidos en la guerra contra Irak en 2003, junto con el Reino Unido, del primer ministro liberal Tony Blair.
Hasta febrero de 2004, el mes previo de las elecciones españolas, Aznar era el favorito. Pero, la suerte del aliado de Bush se vio echada cuando el 11 de marzo siguiente una decena de bombas mataba a casi 200 personas en los trenes de Madrid y se acusó al gobierno de ocultar información sobre los autores islámicos. Tres días después de los atentados, el PSOE de oposición ganaba los comicios.
Debido a que la primera acción de Zapatero fue retirar las tropas españolas de Irak, Bush se enojó con el nuevo dirigente español y las relaciones nunca pudieron salir de la frialdad en la que cayeron. Aun cuando se han encontrado en cumbres presidenciales, Bush nunca invitó a Zapatero a visitarlo en la Casa Blanca, donde Aznar había sido una figura familiar.
"Las relaciones con la administración Bush han sido enormemente complicadas", dijo Valenciano. "Desde el punto de vista cultural, comercial, las relaciones han sido buenas, pero la falta de comunicación entre las dos presidencias es evidente que dificulta las cosas".
Preguntada con qué rapidez Zapatero vendría a Washington luego de la instalación del nuevo gobierno a mediados de enero, Valenciano dijo: "Tan pronto como sea posible".
"Pensamos que si gana McCain se entrevistará con Zapatero y si gana Obama, también".