Al momento de escribir este comentario, Barack Obama prácticamente se colocaba como el candidato ganador de la nominación demócrata para la elección de presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.
Los siguientes días serán de mucha presión para Hillary Clinton, quien deberá tomar decisiones importantes; una de ellas es como cubrirá el déficit de su campaña y el pago de deudas personales contraídas.
En una justa tan competida - me recuerda a la última elección del presidente de México- el rol del candidato perdedor es de vital importancia para no dividir al propio electorado.
El caso de México es un ejemplo reciente de como la actitud post-electoral desafortunada de un candidato perdedor puede dividir peligrosamente a un país.
Por eso el rol de Hillary Clinton -como presunto candidato perdedor- es tan importante para Obama como la elección misma.
Hillary podría llegar a convertirse en el propio verdugo de Obama y la causante de que los demócratas perdieran la elección presidencial.
Los estadounidenses se encaminan a presenciar un momento único en la historia; el primer afro-americano que es candidato y posible presidente de los Estados Unidos.
El abierto racismo expreso forma parte del oscuro y triste pasado de los Estados Unidos.
A pesar que a los negros les fue permitido votar desde 1870 mediante “The fifteenth amendment” en la constitución, no fue sino hasta prácticamente el año 1964 cuando los negros pudieron votar libremente en todos los Estados.
Los colegas de generación del candidato republicano John Mcain todavía recuerdan las atrocidades del Ku Kux Klan, las matanzas de negros en Alabama, las violaciones de niñas y adolescentes negras.
No hace mucho tiempo había baños y bebederos de agua solo para negros en forma separada.
John Mcain llego a viajar en autobuses en donde los negros debían ir sentados hasta el final, independientemente que hubiera lugares disponibles al frente.
La posibilidad de que un negro obtuviera una educación universitaria es un derecho real relativamente nuevo en Estados Unidos.
Por eso creo que es un momento histórico para los americanos.
El padre de Barack Obama nació Kenia, África y nunca fue ciudadano americano, su madre nació en Wichita, Kansas.
Obama nació en Hawai pero vivió hasta la adolescencia con su madre y padrastro en Indonesia, no fue sino hasta 1971 cuando regreso a Honolulu a vivir con sus abuelos maternos.
El currículum político de Barack Obama no es en realidad impresionante, su primer periodo como senador por Illinois empezó en 1996.
En papel y comparativamente a la carrera política de Hillary Clinton, las credenciales de Obama lo harían parecer como un político novato.
Sin embargo es un fenómeno político que esta sirviendo de inspiración a muchos jóvenes, y sin lugar a dudas para las minorías en Estados Unidos, quienes ven en Obama la oportunidad de mostrar al mundo un liderazgo diferente, de mayor responsabilidad social no solo dentro de Estados Unidos, sino en el resto del mundo. Los norteamericanos quisieran cambiar esa imagen agresiva y dominante que les genera animadversión en todos lados.
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