Cristophe Pierre, nuncio apostólico, consagró la parroquia Jesús Maestro, acompañado de Leopoldo González, obispo auxiliar de Guadalajara y secretario general de la Conferencia Episcopal Mexicana, y José Guadalupe Galván Galindo, obispo de Torreón.
El nuncio apostólico de México, Cristophe Pierre, visitó la colonia para consagrar la parroquia Jesús Maestro; fue recibido con danzas y cantos por parte de los pobladores
Con danzas y cantos fue recibido el nuncio apostólico, Cristophe Pierre, en la colonia Eduardo Guerra, pues el representante del Papa en México consagró la parroquia Jesús Maestro.
Alrededor del mediodía, llegó el nuncio apostólico acompañado de Leopoldo González, obispo auxiliar de Guadalajara y secretario general de la Conferencia Episcopal Mexicana, y José Guadalupe Galván Galindo, obispo de Torreón, quienes realizaron una pequeña procesión de tres cuadras hasta llegar a la parroquia Jesús Maestro.
Durante la procesión, decenas de personas se acercaron a saludar al nuncio apostólico, quien de manera amable respondió a las muestras de afecto de los habitantes de la colonia Eduardo Guerra, y además les dio su bendición.
Sobre algunas casas de la colonia Eduardo Guerra se colocaron mantas con el rostro del primer obispo de Torreón, don Fernando Romo Gutiérrez, quien este 20 de abril estaría cumpliendo 50 años de su consagración episcopal, pero falleció en diciembre de 2007.
Roberto Chávez Casillas, párroco de Jesús Maestro, dijo sentirse orgulloso de la visita del nuncio apostólico para la consagración del templo, que representa un signo de unidad y esfuerzo para llevar la evangelización.
Dijo que en la colonia Eduardo Guerra viven unos 25 mil habitantes, de los cuales un promedio de 18 mil es católico, y explicó que, como un regalo, en el templo quedará una astilla pequeña del relicario de Mateo Correa, uno de los cinco mártires cristeros de Durango.
El templo resultó insuficiente para albergar a cientos de fieles, por eso muchos escucharon desde la explanada la misa que comenzó a las 12:30 horas para la consagración del templo, en donde el obispo de Torreón dio la bienvenida al nuncio apostólico.
La consagración significa que el templo quedará a disposición de la Diócesis de Torreón y por ende del obispo quien puede disponer de la parroquia como le convenga a la comunidad católica, y también que está cimentada sobre la sede de los 12 apóstoles, para lo cual se colocó el mismo número de cruces.
El nuncio apostólico dijo sentirse satisfecho por los acontecimientos eclesiales organizados por la Diócesis de Torreón para festejar sus 50 años de fundación, “encuentro a un pueblo que vive su fe como una fiesta, se ve que la gente se preparó espiritual y materialmente”.
En su mensaje, Cristophe Pierre señaló que es importante conocer el significado de la Iglesia, “es una comunidad de personas que creen en Cristo, que son sus discípulos y que viven dentro de la realidad humana y con responsabilidad”.
Agregó que Cristo debe ser una inspiración para vivir, “siempre hay que buscar la coherencia entre la fe y la vida”, y dijo sentirse contento de su tercera visita a Torreón, pues aseguró que el calor es muy bueno para él.
Por su parte, Leopoldo González, secretario general de la Conferencia Episcopal Mexicana, señaló que en su visita a Torreón se ha “sentido como en casa y en familia porque es una ciudad hospitalaria con una gente muy trabajadora y emprendedora”.
Dijo que en 1975 visitó por primera vez Torreón, y desde ese año no había regresado hasta este fin de semana para estar presente en el cierre de los festejos por el Año Jubilar de la Diócesis de Torreón, “noto una gran diferencia, creo que es una ciudad muy próspera y me gustó darme cuenta que en esta región existe una Iglesia viva y muy dinámica”.
José Guadalupe Galván Galindo agradeció al nuncio apostólico haya consagrado la parroquia Jesús Maestro, “la colonia Eduardo Guerra es una de las más antiguas y con muchas problemáticas, y aun conociendo esos problemas sociales, aceptó venir, además caminó por sus calles y saludó a las personas”.
Al final de la misa, los habitantes de la colonia Eduardo Guerra ofrecieron una comida para Cristophe Pierre, y los obispos de Guadalajara y Torreón, además de una verbena en la que todos los fieles católicos de la parroquia Jesús Maestro pudieron participar.
