Más de 40 mil personas participaron hoy en la tradicional 'Tomatina' en la que los asistentes se lanzaron entre sí unas 120 toneladas de jitomate.
Más de 40 mil personas participaron hoy en la tradicional 'Tomatina' en la que los asistentes se lanzaron entre sí unas 120 toneladas de jitomate, práctica que se lleva a cabo en el municipio valenciano de Buñol.
Como cada año, desde hace 63, visitantes de diversas partes de España, e incluso de otros puntos del mundo, se dieron cita en Buñol, donde se prolongó por una hora la batalla de jitomates.
Un total de seis camiones, uno más que en la edición de 2007, llegó procedente de la localidad de Xilxes, en Castellón, con 120 toneladas de jitomates, que fueron cultivados para la ocasión.
La 'Tomatina' se efectuó entre el Paseo de San Luis, la calle del Cid, la Plaza del Pueblo, donde pasa ante el consistorio de Buñol, y la Avenida del País Valencia, en la que concluyó.
El sitio web oficial de la celebración recordó que la fiesta popular de la 'Tomatina' data de 1945, cuando un miércoles de agosto se organizó un desfile de gigantes y cabezudos al que no faltaron las autoridades de entonces.
Un grupo de jóvenes del pueblo pretendía participar en la comitiva, pero le fue prohibido por lo que comenzó a empujar a los participantes.
Todo derivó en una multitudinaria pelea que terminó con una batalla campal en la que se lanzaron jitomates de un huerto cercano.
La policía de Buñol intervino para poner orden y obligó a los participantes a pagar los desperfectos, pero los jóvenes repitieron la batalla el año siguiente, sólo que esa ocasión llevaron los jitomates desde su casa.
El lanzamiento de jitomates se repitió año con año, de tal forma que es ya una tradición que se ha mantenido por 63 veranos.
El Ayuntamiento de Buñol dispuso un listado de normas para que la 'Tomatina' se mantenga como una tradición y una fiesta popular.
Entre ellas figuran no portar botellas ni ningún tipo de objeto que pudiera producir accidentes; no romper ni lanzar camisetas; los jitomates deben ser aplastados antes de ser lanzados para que no dañen a las personas.
Además de permanecer atento al paso de los camiones y dejar de lanzar jitomates cuando se indique, que es a través de un disparo.
