El Hijo del Santo nació un 17 de febrero en la Ciudad de México, sus padres fueron Rodolfo Guzmán Huerta el inolvidable Santo, fue el menor de 10 hijos y por la diferencia de edades entre él y sus hermanos, tuvo una infancia solitaria. (Fotografías de Jam Media)
El Hijo del Santo nació un 17 de febrero en la Ciudad de México, sus padres fueron Rodolfo Guzmán Huerta –el inolvidable Santo– y María de los Ángeles Rodríguez. Fue el menor de 10 hijos y por la diferencia de edades entre él y sus hermanos, tuvo una infancia solitaria. Lo anecdótico es que entre sus juguetes se hallaba un muñequito del Santo, uno de sus héroes favoritos, al igual que el Hombre Araña, Batman y Superman. Sólo que este pequeño no sabía que el Santo que tenía entre sus manos, mal pintado y burdo, lo tenía en casa ¡de carne y hueso!
¿A veces se te ha olvidado ponerte la máscara?
Algo simpático que me pasó hace algunos años es que tenía una cita para desayunar con el director de un diario deportivo, y el contacto era el doctor Alfonso Morales, que me conoce sin máscara. Yo tenía que ir con ambos pero en mi mente olvidé que iba a estar el director del diario, así es que cuando iba entrando al restaurante vi al doctor Morales, que estaba de espalda, y al director del diario, y caí en la cuenta que estaban esperando al Hijo del Santo. Entonces me agaché y me escabullí pensando ir al valet parking por el auto y recoger mi máscara. Salí del restaurante, pero ya no podía hacer nada porque me había visto ya mucha gente, así es que tuve que mostrarme tal cual soy. El director del diario estaba muy apenado pues tuve que confesarle la verdad, pero no pasó a mayores.
No me pasa normalmente pero cuando llego a mi tienda, en la Condesa, siempre llego enmascarado porque los de la vulcanizadora, los de la tintorería de enfrente, en general, los vecinos, conocen mi auto y saben perfectamente cuando yo llego.
¿Cuántas máscaras tienes?
Procuro tener entre 10 y 20 máscaras. Las de presentación son de cierre, mientras que las de lucha son de agujeta. Para comer tengo una especial que no tiene barbilla. Tengo muchas para luchar porque siempre son las que más se maltratan.
A los 12 años este personaje ya soñaba con ser luchador. Practicó judo, karate y natación. Tiempo después empezó con las pesas en el gimnasio. Comenzó a luchar a escondidas bajo el nombre de Acuario hasta que su padre, cerca del retiro, vio en él a un digno heredero para continuar con la Leyenda de Plata. Hizo su primera película en 1982, “Chanoc y el Hijo del Santo contra los Vampiros Asesinos”, y de ahí comenzó a hacerse famoso.
¿Es difícil llevar una doble identidad?
Bueno, realmente es difícil si no tienes la conciencia de que vives una doble personalidad y si tu ego no lo sabe a veces controlar, no aceptas muchas veces pasar inadvertido. También a veces es muy divertido. Yo vivo esta doble personalidad a través de mi padre porque yo veía al Santo con su máscara en los sets cinematográficos, en los cuadriláteros, en muchos eventos, y también veía a Rodolfo Guzmán, que era mi papá y que no usaba una máscara. Aprendí desde niño a manejar una doble personalidad y aprendí que la máscara no es para utilizarla sino que merece un respeto y la usas cuando el Santo tiene que estar presente, únicamente. Es divertido porque pasas desapercibido y puedo sentarme junto a ti en un avión y platicar contigo y tu ni idea tienes que estás platicando con El Hijo del Santo.
El próximo año tu padre cumple 25 años de fallecido, ¿piensas hacerle un homenaje?
Tenemos muchos planes para no olvidar este aniversario luctuoso. Hemos pensado presentar en un museo una exposición retrospectiva en la que incluiremos sus capas, sus primeros comics. Máscaras con las cuales luchó, sus trajes de lucha y muchísimas cosas que tenemos guardadas para una ocasión tan especial como esta.
