La afición apoyó en todo momento a sus Guerreros.
Torreón, Coah.- La esperanza de todos los que llevan en su corazón los colores albiverdes era ver si por fin retornaba la espectacularidad del torneo pasado. Pachuca era un rival que podía dejar que los Guerreros se volvieran a mostrar como un equipo que lucha y pelea con el alma.
La gente no olvida y aplaude a Gabriel Caballero, mientras que por parte de los Guerreros, Ludueña y Estrada se llevan los aplausos más nutridos.
Oswaldo y Santos le cumplen un sueño a Julio César, chico que pelea contra la leucemia. El portero albiverde saluda al “Ojitos” Meza y al profe Ipata.
Pachuca rompe con la tradición y cambia la cancha, los Guerreros atacan de norte a sur. Retorna el “Homie” Castillo, y la Komún tiene nuevas barras de tela en su tribuna. El sol tomó un descanso para que los aficionados disfruten de un buen juego y los jugadores den su mejor esfuerzo. Todos esperan que el cielo nublado no traiga la lluvia.
De nueva cuenta las jugadas a pelota parada o mejor conocidas como de pizarrón, hacen que los Guerreros sufran. Pero fue “Tano” Ortiz quien se quita la marca y perfora la portería visitante, después de un centro medido del “Hachita”.
Primera vez que Santos toma la ventaja en un duelo del Clausura, pero Pachuca sabe de dónde adolecen los albiverdes. Se cobra un tiro libre medido a Gabriel Caballero quien anota, después de que la zaga no puede desviar la pelota. El delantero nacionalizado no celebra porque tampoco olvida.
Sin embargo y de una forma casi instantánea los laguneros encuentran la ventaja con una jugada de gran nivel, que Vuoso se rota como poste y deja servida la mesa para que el enrachado Paco Torres anote de nueva cuenta.
La afición por fin regresa del letargo que se encontró en el pasado juego en casa. Ya no se lanza vaso a la cancha cuando los contrarios cobran tiro de esquina, sólo se lanzan mentadas, total, ésas también duelen.
Rafa Figueroa tuvo la oportunidad de volver a anotar un gol al Pachuca, pero el balón pasa por un lado. Termina la primera mitad para darle paso a las Guerreritas, que deleitan la pupila y hacen que se paren los corazones. Ya por lo menos en juego de aficionados no hubo lesionados.
El Santos une a todos, no hay diferencias, hasta José Ángel y Anaya ven el juego, sí, con cierta distancia pero con el mismo deseo de que los Guerreros se lleven la victoria.
Peligro desde el inicio del segundo tiempo, Benítez por poco vence a Calero y casi lo deja fuera del juego, mientras que Paco Torres rompe el palo con un trallazo que contrarremata Vuoso hacia los cielos. Pero los Tuzos con más unidades ofensivas estuvieron a punto de conseguir el empate. Después el línea le ahoga el grito de gol a la afición con un fuera de lugar de Vuoso.
Como en el Coliseo Centenario, empiezan los oles. Sale Caballero y se lleva los aplausos ya que es un gran jugador y un gran rival. A Cacho le faltó un “cacho” para fulminar a Oswaldo, solo ante el marco y se queda con los gritos de “quiere llorar”.
Christian Benítez intenta despertar y busca por todos lados para regresar a su nivel del torneo pasado. Pero le falta el último toque.
Entra el “Lorito” y retorna a la cancha como si fuera un novato. El público espera que anote de nueva cuenta el Santos antes de que pite el árbitro. Pero Pachuca busca por lo menos robarse un punto. Recomendación para todos los equipos del futbol nacional, no se tiren en el área porque les sacarán la amarilla. Últimos minutos y “Homie” tuvo la más cercana. El grito de “Santos, Santos” vuelve al Corona, de donde nunca se irá.
Santos defiende todo, el público anima y estos tres puntos son verdadero oro molido para encontrarse cerca de una salvación real.
