The Mars Volta se presentó con gran éxito en el Vive Cuervo Salón. (El Universal)
Para el guitarrista Omar Rodríguez y el vocalista Cedric Bixler-Zavala, el par de conciertos que ofrecieron en 2003, en el Circo Volador, son los más representativos de su carrera no sólo porque marcaron su debut en México, sino también por la conexión con el público que esas noches lograron.
Tres visitas más de The Mars Volta al DF tuvieron que pasar para que la banda volviera a sentir esa vibra tan única antes vivida en el Volador. En esta ocasión fue el Vive Cuervo Salón, el testigo de esa experiencia “cósmica-mágico-musical”.
En ese lugar, poco más de 3 mil personas se reunieron el viernes pasado para rendir pleitesía a la agrupación y comprobar que su poder en vivo supera por mucho el excelente trabajo de sus discos.
Esa noche, en el recinto de Polanco, Omar Rodríguez dio cátedra con la guitarra y reiteró su lugar como uno de los músicos más talentosos en la ejecución de ese instrumento.
Con ritmos que oscilaron entre el rock progresivo y el jazz, el recital comenzó a las 21:00 horas con la clásica secuencia del sonido de la cinta A Fistful of Dollars.
Los jóvenes desataron la euforia y entonces entraron en una especie de hipnosis colectiva dirigida por Omar Rodríguez, Cedric Bixler, Thomas Pridgen (batería), Marcel Rodríguez-López (percusión, sintetizadores) y Adrián Terrazas-González (flauta, saxofón tenor, clarinete).
En el repertorio estuvieron incluidos algunos cortes de sus CD: De-Loused in the Comatorium (2003), Frances the Mute (2005), Amputechture (2006) y The Bedlam in Goliath (2008). Después de su presentación en el DF, The Mars Volta viajó a Monterrey.