La gastronomía de Oaxaca ya es Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Recientemente la gastronomía del Estado de Oaxaca recibió el honor de ser considerada como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la Organización de las Naciones Unidas, gracias a una fama bien ganada desde hace siglos; por su gran variedad de platillos y porque cultivarla “ha requerido de cientos de años de trabajo de los oaxaqueños y ahora es apreciada por millones de personas dentro y fuera de México”.
Lo anterior fue señalado por Alberto Vázquez Sánchez, presidente del Grupo Cultural Oaxaca: Arte, Fiesta y Tradición, al hablar de la cocina oaxaqueña en el marco de la magna exposición titulada Presencia de Oaxaca en el Centro Nacional de las Artes, que reúne una serie de actividades artísticas, culturales y académicas este mes de febrero.
“Para la cocina oaxaqueña -dijo- se requieren materias primas sencillas, como diversas variedades de chile, masa de maíz, hojas de plátano, quesillo, tasajo, chapulines y mezcal. A todo ello hay que agregar mucho trabajo y un ingrediente muy importante: el sentimiento y el gusto por la cocina de mujeres y hombres oaxaqueños”.
Así mismo agregó que en Oaxaca existen variedades de chile por cada una de las ocho regiones que integran a la entidad: “Existen moles que van desde el amarillo, rojo y negro, que es el tradicional, acompañado por carne de gallina o guajolote. Este mole lleva un toque especial de un picante único, que es el realce fundamental en todo el Estado”.
En las comunidades oaxaqueñas se acostumbran los llamados “días de plaza”, donde se encuentra toda clase de productos del campo; “llega usted, por ejemplo, a Totolapan, cerca de Mitla, donde va a encontrar toda la gama de colores y sabores en la gastronomía. Están los tianguis abiertos para el comercio de aves, carnes rojas, todo tipo de quesos, chapulines y lo que se requiera para guisar”.
También la variada oferta gastronómica incluye elementos como los chapulines, platillo característico de la zona de la Mixteca oaxaqueña y poblana.
Hay otros platillos gustados y populares como las enchiladas oaxaqueñas y el famoso tamal. Las enmoladas y empanadas, con mole amarillo, o la botana con queso. Imprescindibles son también las nieves, uno de los principales manjares de Moctezuma. La cocina oaxaqueña se amalgama con fiestas como la antigua ceremonia oaxaqueña, la Guelaguetza, que simboliza ayuda mutua y hermandad entre los habitantes de los pueblos.
Hoy domingo en esta magna muestra titulada Presencia de Oaxaca en el Centro Nacional de las Artes, los visitantes podrán participan en el taller gratuito de elaboración de papalotes denominado Un Encuentro con el Cielo, a cargo de Ubaldo Rojas, además de la conferencia Recordando al Ilustre Oaxaqueño: maestro Andrés Henestrosa Morales, entre otras actividades.
