El ex gobernador del Estado, Ángel Sergio Guerrero Mier, en una gira de trabajo con el entonces presidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León.
Ángel Sergio Guerrero Mier
“El partido tiene que seguir avanzando en la democratización de sus procesos internos, ya no se valen los amarres, ni los dedazos, ni los sobres lacrados, eso ya pasó a la historia”, declara Ángel Sergio Guerrero Mier, ex gobernador de Durango
El libro que ha escrito Luis Francisco Monárrez Rincón, agrega, puede ser una guía para que los errores cometidos en el 2003 -al elegir al abanderado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para el Gobierno del Estado- no se repitan.
“Mi postura fue de total apertura, yo no me incliné ni a favor ni en contra de ninguno de los precandidatos, a los cuatro les dije que eran mis amigos”, asegura el ex mandatario estatal.
Indica que este libro no le generó ninguna incomodidad. “Es un tratamiento muy light que se da de los problemas que se dieron a raíz de la elección del candidato a Gobernador”, piensa.
Sin problemas.- El ex Senador de la República descarta que el libro de Monárrez Rincón genere problemas al interior del PRI. “Son comentarios sobre un hecho político que se dio en Durango a raíz de la convocatoria que emitió el partido a raíz de proceso de elección de su candidato a Gobernador”, cavila.
“La realidad es que convine con el Comité Nacional del PRI de que se hiciera una elección abierta y democrática, tal vez por primera vez en la historia política y eso ocasionó la aplicación de un proceso y en el camino, si no se toman las debidas pertinencias, pues todo mundo trata de aprovechar cualquier descuido para inducir votos a su favor, lo que generó una verdadera cacería de delegados”, dice.
“Que hubo inducción de votos o que hubo arreglos, alianzas, pues bueno, eso es probable que se pueda dar aunque no significa una traición al partido pero sí una acción desleal”, finaliza.
Citlalli Zoé Sánchez
El Siglo de Durango