SE VA, SE VA, SE FUE, igualito que el 2008, el legendario Yankee Stadium dejó de existir en el año que agoniza. La cantidad de peloteros que por él pasaron, las anécdotas y los records bastarían para llenar álbumes. Solamente queda rendirle tributo a su majestuosidad y entender que al igual que los seres humanos, hay que dar paso a las nuevas generaciones.
EL MUNDO EN ROJO. En México el balompié se tiñó de este color en el Apertura 2008 con la coronación del Toluca, pero el mejor club del orbe, al ganarlo prácticamente todo, fue el Manchester United. Para aquellos teóricos del futbol que han vendido, demasiado barata por cierto, la disyuntiva entre ganar y gustar, ahí queda como botón de muestra un cuadro que avasalla al rival y llena de regocijo al espectador.
TAMBIÉN HAY QUE RENDIRLE tributo al monarca de medio año y no olvidar lo hecho por Santos de la Comarca. Luego de una cadena armoniosa de victorias y de haber quedado en la orilla el torneo anterior, los Guerreros mostraron cómo se puede lograr la comunión entre directivos, público y jugadores para conseguir resultados importantes.
POR SEGUNDO AÑO consecutivo, la golfista mexicana Lorena Ochoa fue designada Jugadora del Año. En un medio como el nuestro, donde no nos hablamos de tú con el éxito, sería elemental ponderar esta hazaña. Sin embargo, el canibalismo nacional eleva al rango de obligación que la tapatía gane de todas, todas, y eso, en el nivel de competencia en que está situada, es sencillamente imposible.
LA FURIA ESPAÑOLA dejó de ser el eterno ya merito para, por fin, convertirse en el campeón de la Copa Europea de Naciones. El “Mundial sin pobres” ha bautizado a este evento el filósofo Jorge Valdano y vaya que lo es, puesto que el nivel mostrado es de excelencia. El “sabio” Luis Aragonés cumplió como sólo lo hacen los caballeros.
A CABALIDAD, el Gobierno y el pueblo chino cumplieron al organizar los Juegos Olímpicos más espectaculares de todos los tiempos. A las hazañas de los atletas se sumó una cobertura televisiva y mediática que nos hizo pensar que el mundo se ha convertido en un pañuelo. Nuestra delegación, para no variar, estuvo compuesta en su mayoría por dirigentes disfrazados de deportistas y de deportistas vestidos de turistas. Gracias a Dios por inventar el taekwondo.
CON LAS JUSTAS calificó el equipo nacional mexicano al Hexagonal de la Concacaf. Los directivos mexicanos trajeron a un “Mesías” sueco y por poco lo queman como Judas en Semana Santa. El desconocimiento del medio y una baja de juego importante en la mayoría de los jugadores dejaron al Tri a un ápice de escenificar el más estruendoso fracaso en la historia. Ojalá hayan aprendido la lección.
QUE LA FELICIDAD, en todas sus variedades, le colme a usted, amable lector, en el año que está por comenzar. Reciba un abrazo que sintetice mi gratitud por acompañarme en esta columna.