25 años sin Cortázar
Hoy se cumple el 25 aniversario luctuoso del memorable escritor argentino Julio Cortázar.
"Una vez conocí a una mujer que nunca pensé volver a ver, ella vivía en otra ciudad y había ido a París por unas cuantas horas, me envío una carta para citarnos, yo le contesté por escrito que sería mejor no vernos porque no soportaba los encuentros tan breves, salí a vagar un rato por la ciudad y me cruce fugazmente con una mujer, no se porque nos volvimos y nos miramos, era ella".
Años atrás Julio Cortazar, había escrito en su obra más conocida, Rayuela, una escena similar que aconteció exactamente en la misma esquina donde se dio el anecdótico encuentro. Hoy se cumplen 25 del fallecimiento del considerado más grande representante del 'boom' de la literatura latinoamericana, Julio Florencio Cortázar, el hombre que inventó una nueva manera de escribir.
Según palabras del mismo escritor su primera novela y algunos poemas los terminó cuando tenia 9 años de edad. A pesar de haber nacido en Bruselas, Cortázar manifestó siempre a través de su literatura la argentinidad que lo caracterizó, el gusto por el mate, la afición por el tango y aquel Buenos Aires donde encontró por casualidad el libro "Opio", de Jean Cocteau, con el que cambia su noción de la literatura y descubre el Surrealismo.
Un legado literario que inmortalizó en la historia a través de 14 libros de cuentos, 4 novelas, 5 poemarios y dos decenas de obras más, en las que incluyó teatro, prosa poética y la más original narrativa de su tiempo, que a pesar del paso de los años aun continua vigente y sigue siendo un referente obligatorio, comparable, por la manera en la que desarrollo un estilo propio, con su colega y amigo Jorge Luis Borges, quien lo definió como un escritor fuera de serie.
Un Cortázar mágico, casi deslumbrante que fue descrito por el premio Nóbel de literatura Gabriel García Márquez como un hombre que lograba seducir por su elocuencia, por su erudición viva, por su memoria milimétrica, por su humor peligroso, por todo lo que hizo de él un intelectual de los grandes en el buen sentido de otros tiempos. En público, a pesar de su reticencia a convertirse en un espectáculo, fascinaba al auditorio con una presencia ineludible que tenía algo de sobrenatural, al mismo tiempo tierna y extraña.
El escritor lagunero Jaime Muñoz Vargas, cuenta como se encontró con Cortázar por una coincidencia que terminó por mostrarle otra realidad: "Julio Cortázar fue el primer encontronazo de mi vida como lector y, por qué no decirlo ya, como aspirante a escritor. Comencé a leerlo en 1983, gracias a una clase de literatura en la universidad, Saúl Rosales nos encargó comprar (Queremos tanto a Glenda) en la edición de Nueva Imagen, que todavía conservo. Las primeras páginas del argentino me confundieron un poco, pues yo no estaba acostumbrado a esas maromas con la estructura literaria, a esos pasadizos entre la fantasía y la realidad, tan caros para el gran cronopio".
Amilcar Olivares, escritor lagunero radicado en el DF, realizó su tesis sobre Rayuela, novela del escritor argentino que consideró como: "Una obra que enamora, que aturde, que asombra; es el delta de un río de mil causes, es donde surge la minificción, la nueva forma de hacer novela y que es vigente hasta nuestros días; es dónde el amor cursi (tan de moda en estas fechas) se transforma en: la otra forma de amar, la de todas las posibilidades: las posibilidades infinitas: como es la literatura, como la vivió Cortázar".
Una Contranovela
La novela publicada por primera vez en 1963 es por mucho la obra fundamental de Julio Cortázar.
Considerada como el ejemplo de la contranovela, Rayuela ofrece al lector varias posibilidades de lectura, lo que significa todo un suceso dentro la estética fundamental de la novela como género. Una historia de amor que se define desde la primeras palabras ¿Encontraría a la Maga? Y en esa búsqueda, involucra al lector en una espectacular y realista acuarela de París, en un escrito que más que nunca invita a la interacción, fundamento imprescindible de la obra que el mismo autor dijo haber escrito pensando en la participación del lector. Rayuela es hoy un referente de la literatura universal. Es también un libro ante el que no valen la indiferencia o el análisis racional y sopesado. Leer despojado de pretensiones intelectuales, al ser, a lo maravilloso que es el mundo cortaziano. Durante el primer año de su publicación vendió 5 mil ejemplares.