Las principales víctimas son las mujeres de 22 a 30 años de edad; uno de los factores que imperan con mayor fuerza en esta problemática es el alcoholismo.
Problemática | El factor principal de este fenómeno es el alcoholismo, y quienes padecen las consecuencias, en su mayoría, son las mujeres.
Cuencamé, Dgo.- El machismo prosigue y arrastra con él viejas costumbres sobre el trato que debe dársele al sexo femenino, por lo que el índice de violencia intrafamiliar es elevado. Un 50 por ciento de las familias del municipio sufre este problema; quienes reciben golpes por parte del jefe de familia, en su mayoría, son las mujeres, indicó la directora del DIF Municipal, Angélica Hernández Martínez.
Antaño. Mujeres de entre 22 y 30 años son las principales víctimas en Cuencamé; las jovencitas deciden contraer matrimonio a temprana edad y, por consecuencia, sin preparación educativa, por lo que ignoran que hay instituciones a las que pueden acudir para recibir ayuda en caso de sufrir violencia en sus hogares.
Miedo. En Cuencamé existen muy pocas denuncias por parte de féminas golpeadas, lo cual se debe al temor a represalias que provoca el agresor en ellas, además de la codependencia de que son víctimas al sentirse incapacitadas para salir adelante y más aun cuando existen hijos de por medio, destacó la funcionaria.
Declaración. “Las personas que sufren violencia ya están marcadas; desafortunadamente, se acostumbran a los maltratos y golpes; incluso, se han presentado en las instalaciones de DIF mujeres con golpes muy visibles”, subrayó Hernández Martínez.
El DIF ofrece conferencias sobre estos temas, además de que brindamos pláticas para parejas y tratamos de mediar en el problema, pero los hombres se calman sólo un tiempo, pues con el paso de los días o meses reinciden en la conducta violenta.
Invitación. Hernández Martínez hizo un llamado a la población para que se acerque al DIF Municipal y denuncie los casos de violencia, además de que se le brindará ayuda psicológica profesional para mediar en la problemática.
DATOS
“Las personas que sufren violencia ya están marcadas; desafortunadamente, se acostumbran a los maltratos y golpes”, afirma Angélica Hernández Martínez, directora del DIF Municipal.
En Cuencamé existen muy pocas denuncias por parte de féminas golpeadas, lo cual se debe al temor a represalias que provoca el agresor en ellas.
El machismo prosigue y arrastra con él viejas costumbres sobre el trato que debe dársele al sexo femenino.
Hilda Castro Bojórquez
El Siglo de Durango
