- No está bien que sea uno joven tan poco tiempo, porque el resto de la vida se pasa recordando aquella época fugaz y feliz. * ¿Por qué se casan los latinoamericanos? Pues de acuerdo con una condición social standard, los principios morales y religiosos que los gobiernan, y las costumbres familiares, los latinoamericanos se casan en orden de importancia, por tener una compañera, por deseos sexuales, por el amor romántico, por el deseo de tener un hogar e hijos, por creer que encontraron a alguien que los comprende; porque les conviene económicamente o por los empleos que tienen... Las mujeres, se dice, se casan para evitar que la gente piense que se quedarán a vestir santos, por no haber conseguido todavía marido, por tener seguridad económica, por el deseo de tener hijos y un hogar, por sus deseos sexuales, por tener alguien que sea su constante compañero en actos sociales y públicos.
Pero conviene hacer notar, dicen los expertos, que la mujer es mucho más romántica que el hombre, y que le concede al amor más importancia... La mujer asocia el amor con el príncipe encantado de los cuentos de antaño. Por su parte, el hombre busca a una compañera, alguien con la que pueda vivir y divertirse sin intervención de otras personas; alguien que lo haga quedar bien y lo haga subir socialmente con quien la presente; un ser que comparta sus altas y bajas; que lo comprenda y trate de hacerlo a sabiendas que hay dos mundos totalmente diferentes, pero que puedan vivir en armonía: el del hombre y el de la mujer... Y curiosamente ni hombres ni mujeres se casan solamente por amor puro. Siempre hay algún interés detrás de la decisión de unirse para siempre con otra persona. Este interés va desde creer que no hay otro ser en el mundo, hasta suponer que de no asegurarla mediante el matrimonio, se puede morir súbitamente.
Que la mujer ahora bebe más licor que el hombre lo prueban los siguientes hechos: 1.- Los hospitales que tratan problemas de alcoholismo se han visto obligados a aumentar su número de salas para atender a mujeres en tratamiento. 2.- Las revistas especializadas en artículos para la mujer (unas 40 sólo en los Estados Unidos), publican en cada número artículos que, en alguna forma, se refieren al problema femenino del alcohol. 3.- La mujer ya rebasó la etapa de caer en las garras del alcoholismo sólo como bebedora social (aunque así se inician muchas), y ahora es una bebedora impulsiva, una profesional en esa área. 4.- Hay tantas alcohólicas entre las casadas como entre las solteras, entre las mujeres que trabajan como entre amas de casa, entre mujeres delgadas y gordas. Es decir, la diferencia de clase social se ha roto.
¿Por qué beben las mujeres? Pues lo hacen por no quedarse atrás del hombre, porque creen que es una muestra de liberación, por compromisos sociales, por la soledad en que viven, por desengaños sentimentales, por frustraciones, por desencanto familiar, por simple vicio, porque tienen tiempo de sobra o porque trabajan mucho, y al final del día un trago les cae bien, porque es algo de mucho mundo, por imitación, por aburrimiento, por un sentimiento no confesado de auto-destrucción... La mujer que bebe ya no puede escapar del vicio. Y lo notará en los siguientes síntomas: 1.- Bebe algo por las mañanas, para contrarrestar los efectos de la bebida del día anterior. 2.- No tiene la resistencia al alcohol que antes tuvo. 3.- Bebe por lo menos una copa al día. 4.- Antes de que se le aclare la mente, la vuelve a enturbiar con otras copas. 5.- Dice que puede dejar de tomar cuando quiera, lo hace dos o tres días, y después vuelve a tomar.