El año está por terminar afortunadamente. Este 2009 por muchas razones ha sido terrorífico para la inmensa mayoría de mexicanos, para la inmensa mayoría de laguneros. Aunque la región se pintó orgullosamente en el mapa mundial este año tan terrible con la inauguración del Territorio Santos Modelo, pero fuera de ahí, casi todo fue cuesta arriba.
Violencia y más violencia; crisis y desempleo, y ser el botín de guerra política entre los priistas y panistas en el caso de Torreón, pintaron como una tormenta perfecta para pasarla pero muy mal.
Sin embargo, si se habla a nivel de grupos no todo está perdido para todos. Mientras que el PAN pagó en las urnas la sarta de pillerías e irresponsabilidades de los gobiernos emanados de sus filas, el PRI sencillamente se dedicó a intensificar lo que ha sabido hacer siempre: aceitar puntualmente su maquinaria electoral para los días de comicios, y vaya que lo hicieron a la perfección.
Entonces, entre un Gobierno Federal que dice y dice cosas políticamente correctas, pero en los hechos es la repetición de los usos y costumbres del viejo régimen, sólo que esté además aderezado con el tufo particular de hipocresía panista, y la administración del Municipio que ya no necesita descripción, los priistas y el Gobierno del Estado, que ciertamente ha tenido un cariz pronunciadamente social, que a veces tilda de rancio socialismo, sólo ha hecho cosechar lo que durante cuatro años se dedicaron a cultivar con el trabajo realizado en las clases populares, y también, hay que decirlo, los apoyos a la gente también han alcanzado las clases medias bajas.
Con esas circunstancias el resultado era previsible, prácticamente en Coahuila la gente sólo vota por el PRI, ya que la otra opción real de Gobierno, el PAN se ha desbaratado por sus propios errores y mezquindades así como un entorno económico general que nada le favorece.
Todo esto viene a cuento porque el año que entra, debería empezar el intenso ajetreo rumbo a la sucesión del gobernador Humberto Moreira. La elección constitucional está programada para julio del 2011, por aquello de la Ley electoral federal que está homologando paulatinamente los calendarios electorales locales, por ello que la elección sería en el verano y no en septiembre como tradicionalmente se hacía. Por ello, haciendo las cuentas, el ungido con la candidatura priista saldría a principios del año electoral, y éste casi encima 2010 sería el tiempo para las grillas intensas, aquí parece que todo está decidido, y desde dos años antes todo mundo sabe que Rubén Moreira sucederá a su hermano, así de simple.
En el argot futbolístico, las circunstancias serían las de un equipo que lleva cómoda ventaja en el marcador y el partido está el segundo tiempo por el minuto 25 y el rival no enseña ni por dónde puede revertir el resultado. El librito entonces lo dice, se cambia un ofensivo y se mete un defensa, y a tratar de no cometer errores hasta que llegue el minuto final. O en el box, cuando uno de los peleadores le han puesto una paliza once rounds y queda el último, pero el vapuleado contrario no puede ni levantar ya las manos, así que lo único que tiene que hacer quien lleva el triunfo es dejar simplemente que transcurra el último asalto para hacerse de la victoria.
Pues en el juego político de Coahuila, el PRI, con su capitán Rubén ha goleado ampliamente en tres elecciones consecutivas, casi eliminando al contrario, y lo que queda del tiempo no hay manera de perder la ventaja, o le ha dado semejante tunda que sólo haciéndose descalificar, perdería la pelea.
Por ello este año venidero en la política local poca actividad sorpresiva se encontrará, y al contrario en el ambiente nacional el Estado ahora denominado con eslogan publicitario como La Puerta del Norte, será noticia de que entre hermanos se pasen el poder ejecutivo de una entidad federativa, pero fuera de eso, Rubén no tendrá ahora más que cuidar el marcador, o esperar las tarjetas de los jueces, el triunfo lo tiene por adelantado.