Estadísticas para que valoremos ante qué situación estamos y cuál es su importancia.
En México mueren diariamente 18 mujeres a causa de cáncer cervicouterino y cáncer mamario.
En el mundo, México ocupa el primer lugar en muerte por cáncer cervicouterino.
Cada año, en el país mueren por todo tipo de cánceres poco más de 20 mil mujeres. El cáncer cervicouterino es el mayor causante de muertes, seguido por el cáncer de mama y por el gástrico.
De cada 100 cánceres detectados en los órganos sexuales, 85 son del cuello uterino. Este cáncer es la primera causa de muerte entre mujeres mayores de 45 años.
En el mundo, el cáncer cervicouterino ocupa el segundo lugar. La Organización Mundial de la Salud calcula una frecuencia anual de 460 mil casos. En América Latina, el cáncer cervicouterino ocupa el primer lugar.
A pesar de que las investigaciones ofrecen medicamentos con extraordinaria capacidad oncológica (que destruye la célula maligna) y métodos combinados como la cirugía, radioterapia, quimioterapia, etc., todavía no se puede combatir el cáncer en etapa avanzada. Por ello, es importante detectarlo a tiempo y la única forma es INFORMÁNDONOS de cómo hacerlo.
La educación de la sexualidad es fundamental para proteger la vida.
¿Qué es el cáncer?
El cáncer es una enfermedad que puede conducir a la muerte. No distingue raza, edad, condición social, etc. La palabra proviene del latín y significa cangrejo, ya que la forma con la que se extiende el tumor simula el cuerpo y las patas de este animal.
El cáncer es la pérdida del control del crecimiento y división de las células dando como resultado la formación del tumor.
¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer cérvico uterino?
Ser mayor de 25 años.
Inicio temprano de relaciones sexuales.
Multiparidad (más de cuatro hijos).
Embarazo temprano (antes de los 18 años).
Infección en el cuello de la matriz por el virus del papiloma humano.
Haber presentado infecciones de transmisión sexual.
Tabaquismo.
Deficiencia de folatos, vitamina A, C y E.
¿Qué síntomas se presentan?
Uno de los problemas para el diagnóstico oportuno del cáncer del cuello del útero o matriz es que en un inicio no es doloroso y, por desgracia, en nuestra sociedad las mujeres sólo asisten a revisión médica cuando realmente se sienten muy mal por relegar su salud ante otras necesidades, más cuando tienen una familia.
Algunos de los síntomas son:
- Sangrados anormales
- Sangrados post-coito
- Dolor abdominal
- Infecciones vaginales frecuentes
¿Cómo detectamos oportunamente esta enfermedad?
La única manera es hacer consciente que nuestra salud es primordial y realizarnos periódicamente el Papanicolaou, que es un examen dirigido a tomar una muestra de células del cuello del útero.
¿Cómo se hace este examen?
El examen lo deben realizar todas las mujeres mayores de 25 años, quienes hayan o no iniciado su vida sexual coital. O bien, quienes siendo más jóvenes tengan relaciones sexuales coitales.
El procedimiento es sencillo y no es doloroso, sólo debes seguir los siguientes pasos:
Acudir con tu médico de confianza, ya sea en tu clínica de salud o con un particular.
Preferentemente, no se debe tener relaciones sexuales un día antes.
No darse duchas vaginales, el aseo con agua y jabón es suficiente.
Se te pedirá que te recuestes con las rodillas flexionadas y separadas las piernas.
El médico introducirá un pequeño espejo en tu vagina hasta visualizar el cuello de la matriz.
Posteriormente se hará un pequeño raspado en la parte interna del cuello de la matriz y del fondo. La muestra se pondrá en un en un portaobjetos para mandarlo al laboratorio.
En un par de días sabrás los resultados.
Conclusiones: las mujeres necesitan tener más educación de su salud sexual y priorizar el propio bienestar. El cuerpo es lo más preciado que tienen para conducirse en esta vida y lo deben proteger.
La única forma que se conoce, hasta este momento, de prevenir Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) u otras enfermedades como el cáncer es la INFORMACION para quitar tabúes y prejuicios que tenemos entorno a la sexualidad humana y que se traducen en padecimientos físicos o psicológicos.