Famoso pintor español nacido el 10 de abril en el pueblo de Orba provincia de Alicante, desde muy joven se trasladó a Valencia en donde en un principio estudio medicina, cambiando sus estudios por la pintura. Como muchos otros compañeros de infancia y juventud, tuvo el gusanillo de los toros, pero al quedarse huérfano de padre, la autora de sus días le negó la oportunidad.
La tauromaquia siempre provocó en él, un entusiasmo ilimitado y el inicio de su actividad como pintor taurino fue algo completamente natural, producto del ambiente en que se desempeñaba. mencionan los escritos que su primer cuadro fue un retrato de Rafael Guerra "Guerrita".
De este modo se abrió las puertas del estudio de otro grande de la plástica hispana : Joaquín Sorolla, quien ejerció influencia decisiva en su estilo. Con el descubrió la luz del Mediterráneo a la que sumó el color de los ruedos, la emoción de la fiesta, así como el movimiento y la energía de las figuras, a las que daba vida propia.
Siendo impresionista Ruano Llopis rompió con la pintura fría hecha en un estudio y capturó la intensidad de los Cosos Taurinos.
Este genio del Arte taurino llegó a México en 1933 invitado por el matador de toros mexicano Juan Silveti, al que había conocido en España tras una tremenda cornada en la Plaza de Valencia, para montar una exposición.Tanto le encantó el ambiente, encontró condiciones tan propicias para el desarrollo de su arte, que regresó a España sólo para liquidar asuntos pendientes, romper amarres y volver a México para establecerse definitivamente. En suelo azteca vendía cualquier cosa que pintaba, además de transmitir la Escuela de Sorolla a jóvenes con la vocación de plasmar en un lienzo la inagotable realidad: Eduardo Rangel, Jose Suarez Olvera, Pasco Santaellla, Heladio Velarde, Ramón Espino Barros y Antonio Navarrete, entre algunos más, pasaron por su estudio.
Gran amigo en España de "Varelito" y Felix Rodriguez, aquí lo fue del "Maestro de Saltillo" Fermín Espinoza "Armillita", y protector en los comienzos taurinos, siempre tan difíciles, de Andrés Blando y Rafael Osorno, cultivando también una gran amistad con Don Rodolfo Gaona.
Su obra es generosa en cantidad, calidad y géneros, pues realizó apuntes, acuarelas y óleos en los que manejó motivos costumbristas, charros, de box, de lucha libre, ( deportes a los que se aficionó y que en esetiempo formaron parte importante de la cultura nacional ), flamencos, camperos de México y de España, e incluso religiosos, como el cuadro que hizo para un Convento Carmelita de Puebla.
Don Daniel Medina de la Serena en su libro "El Arte de Carlos Ruano Llopis" lo describe como un hombre delgado, erguido, de figura casi quijotesca, poseedor de una marcada personalidad ; sencillo y cariñoso, afecto a ayudar a quienes tenían pocos recursos y orienta a aquel que demandaba sus conocimientos; poseedor de una imperturbable paciencia y de unja voz afónica que nacía de una amplia sonrisa.
Para pintar usaba una bata café, adornada en las solapas con una cintilla de seda. Cuando se la quitaba, con esa vena torera que siempre tuvo, simulaba un lance taurino cargando la suerte o una media airosa de corte belmontino.
Por la calle le gustab ir desparramado la figura, como un torero garboso ; y en la época de lluvias, portaba la gabardina como se lleva un capote y al atravesar las calles, esperaba los carros, se los dejaba llegar para ganarles la cara, y luego seguía su camino muy garboso. Cualquiera diría o podía pensar: ¡Ahí va un Torero..!
