Años después de la retirada de los ruedos del "Maestro de Saltillo", el periódico taurino "El Redondel" publicó estos datos estadísticos que son oficiales y que consignan el número de corridas en el que él actuó en plazas de la Capital de México únicamente.
"Armillita": Número de corridas 173, toros estoqueados 373, orejas 130, rabos 42, pata 1
Rodolfo Gaona: Corridas 123, toros estoqueados 295, orejas 71, rabos 15. Lorenzo Garza: Número de corridas 99, toros estoqueados 259, orejas 59, rabos 15.
UNA PATA HISTÓRICA . El 20 de diciembre de 1936, en mano a mano con Lorenzo Garza y toros de San Mateo, "Armillita" cortó orejas y rabo a "Cantarito" y a "Garboso". Pero lo que le hizo a "Pardito" fue tan excepcional, que por única vez en la historia de la Plaza de Toro del Toreo de la Condesa, se le concedió una pata de "Pardito". Y eso, después de haber pinchado.
Datos encontrados en el archivo personal de Fermín Espinoza mencionan que en la madre patria actuó en 394 corridas, más de 40 en Francia, e igual número en Portugal y Norte de África. También actuó 22 veces en la América del Sur y en México, provincia 447 corridas. En total fueron 943 corridas. No llegó a 1,000 (ahora cualquier matador moderno lo hace), pero toreó toros. Nunca salió a torear con la muleta usando un estoque de aluminio o de palo. Nunca se enfrentó a toros despuntados. Jamás vio a un toro que se le fuera vivo a los corrales.
Ganó dos temporadas consecutivas el trofeo de la Oreja de Plata y tres veces la Oreja de Oro, una Rosa Guadalupana, un trofeo de Albarrán y Pliego, un capote de paseo en su primer año de matador. En cosos españoles varias medallas, entre ellas la de la Virgen del Pilar en Zaragoza, por ser el triunfador en ferias importantes.
Participó en innumerables corridas organizadas por la Presidencia de la República y por el entonces Departamento Central y las de la Cruz Roja. Su nombre fue garantía por años en las corridas famosas de la Junta Española de Covadonga. Después de que se fue definitivamente de los ruedos y hasta su muerte, ocurrida el 6 de septiembre de 1978, estuvo siempre viviendo la fiesta a su manera. Criando toros de lidia, formando a sus hijos en sus aspiraciones toreras. Dejó tres matadores de toros ya doctorados (Manolo, Fermín y Miguel).
Asistió con pasión, con verdadera pasión a cuanto festejo y corrida estuvo a su alcance. Asistió incansablemente a tientas y herraderos. Sus consejos eran escuchados con mucho interés por otros toreros. El tres de abril de 1949 decidió poner fin a su carrera taurina en la Plaza México, encerrándose con 6 toros de La Punta, después de despachar a "Urraco", sexto de la tarde, don Fermín, su padre, le desprendió el añadido, ceremonia que atestiguaron sus inseparables hermanos Juan y Zenaido en el Coso de Insurgentes lleno en su totalidad...