De todos los aficionados a la fiesta brava es conocida la fecha de apertura de la Monumental Plaza México (cinco de febrero de 1946), a partir de esa fecha numerosas y emotivas despedidas se han presentado en el coso de Insurgentes. El escritor español Enrique Guarner en su Libro "Historia del toreo en México" menciona que el 26 de enero de 1947 se retiró de los ruedos David Liceaga, alternando con Álvaro Domeq (rejoneador), y a pie Silverio Pérez y el astro español Manuel Rodríguez "Manolete". Lo que ningún espectador de esa tarde sospechó, fue que ese día sería la última que toreara en México el inmortal diestro de Córdoba, que moriría en agosto de ese año en Linares por las astas de "Islero" de Miura.
También debemos de hacer mención que para esas fechas se rompió el convenio hispano-mexicano. El tres de abril de 1949 se retiraba Fermín Espinoza "Armillita", encerrándose con seis astados de La Punta, triunfando en sólo dos toros, dado al fuerte viento que sopló toda la tarde. Por problemas económicos, el "Maestro de Saltillo" volvió a vestirse de luces cinco años más tarde.
Jesús Solórzano dijo adiós a los ruedos un domingo después de la despedida del "Maestro de Saltillo".
En una Corrida Guadalupana (22 de febrero de 1953), sin previo aviso, sorpresivamente se cortaron la coleta el "Ciclón Mexicano", Carlos Arruza, y el portugués Manolo Dos Santos. Carlos Arruza regresó a los ruedos en la modalidad de rejoneador y el "Lobo Portugués" seis años después vistió nuevamente de luces, ya sin el éxito anterior.
El "Faraón de Texcoco", Silverio Pérez, se cortó la coleta una semana después (primero de marzo de 1953).
En 1954, el 24 de enero escuchó las emotivas Golondrinas Joaquín Rodríguez "Cagancho" en una tarde gris, que culminó con una vuelta al ruedo.
Fermín Rivera tuvo una despedida triunfal con un encierro de la ganadería zacatecana de Torrecilla, realizando dos de las mejores faenas que se le recuerden en su brillante carrera taurina. "Armillita" bajó al ruedo capitalino a quitarle el añadido.
Alfonso Ramírez "Calesero" dijo adiós el 20 de febrero de 1966. Toda la tarde estuvo con sus brillantes detalles, siendo fuertemente ovacionado por el público capitalino en una triunfal vuelta al ruedo.
El 11 de febrero de 1968 se retira con un clamoroso triunfo. Jorge "Ranchero" Aguilar, cortando las orejas a "Forjador" de Mimiahuapan.
Quince días más tarde se encerró con seis de Valparaíso, que tuvo una pésima tarde y, además, unos años más tarde también regresó.
Una de las despedidas más recordadas por los aficionados a la fiesta brava fue la tarde triunfal que protagonizó el querido diestro poblano Joselito Huerta el 28 de enero de 1973, cortando los máximos trofeos de "Huapango" de José Julián Llaguno, que jamás regresó a vestir el traje de luces pese a las numerosas y tentadoras ofertas que le hicieron.
Como se ve, muchos se han despedido, y de ellos, pocos sostuvieron sus propósitos.
