El pasado seis de octubre del presente año se cumplieron seis años del fallecimiento del llamado "Príncipe del Toreo", Alfredo Leal Kuri, a la edad de 73 años, en la Capital de la República Mexicana. De ascendencia libanesa por línea materna, nació en la Ciudad de México en el año 1930.
En la colonia Roma de la Capital, habitada por familias de clase acomodada, se formó un grupo de adolescentes que con el paso del tiempo también vistieron el traje de luces. Esos jóvenes inquietos eran Eduardo Vargas, hijo del gran cronista taurino don Benjamín Vargas Sánchez, "Juan Gallardo", Carlos Montes y los hermanos Óscar y Héctor Mier.
Alfredo Leal, que al ser hijo de un distinguido general de nuestras fuerzas armadas tuvo acceso a la ganadería de Dos Peñas, propiedad entonces del coronel revolucionario don Matías Rodríguez.
El matador de toros Ricardo Torres fue su primer maestro, y de torear de salón y algunas vacas, debuta como novillero en la placita del Rancho del Charro, novilladas que en el año de 1948 organizaba el gran picador don Juan Aguirre "Conejo Chico".
Tan sólo dos meses después debutó en la Plaza México, sin estar debidamente preparado, en aquella grandiosa Temporada Chica que encumbró a los "Tres Mosqueteros" (Córdoba, Capetillo y Rodríguez).
A pesar de lo inmaduro (taurinamente hablando), Leal causó grata impresión y dio una vuelta al ruedo tras despachar a "Muñequito", el primero de su lote de la ganadería de Chucho Cabrera.
Tomó la alternativa la tarde del 16 de noviembre de 1952 en un cartel en que fue apadrinado por Carlos Arruza y como testigo José María Martorell. El toro de la ceremonia llevó como nombre "Cortapelo" de La Laguna. Leal no tuvo suerte en su doctorado, que lo deprimió a tal grado que optó por renunciar a la alternativa y marcharse a España a probar fortuna.
En 1953 actuó en distintas plazas de España como novillero, presentándose posteriormente en Las Ventas de Madrid en dos ocasiones, en donde logró cortar una oreja. Al año siguiente toma la alternativa en La Real Maestranza de Sevilla el 18 de abril, de manos de Cayetano Ordóñez y como testigo Manolo Carmona, con el toro "Dadivoso" de la ganadería "Prieto de la Cal". El día 25 del mismo mes y año confirmó su doctorado en Madrid de manos del mismo padrino, con el testimonio de Jerónimo Pimentel. "Encendedor" fue el toro de la ceremonia de la ganadería de Montalvo.
"Alto, elegante y bien parecido", le describe Fernando Vinyes en su obra "México, diez veces llanto", en la que asegura que fue un torero de mucha clase, fino y con escuela, con grandes conocimientos de la lidia. Añade además el periodista y escritor catalán, que Alfredo Leal fue "primera figura" durante muchos años, aunque matiza también que dentro de esa graduación de torería no fue mandón por un cierto punto de frialdad que se derivaba de su propio físico como condicionante de su estilo...
