La mujer cada vez gana más espacios en la vida pública, laboral y científica.
La mujer cada vez gana más espacios en la vida pública, laboral y científica aunque de manera paralela se mantienen ciertas creencias en el sentido de que la mujer debe “guardarse” en su casa y evitar “provocaciones” con su modo de vestir que pueden despertar deseos o incluso delitos sexuales.
Funcionarios e instituciones del país han propuesto iniciativas totalmente polémicas para hacer respetar la "moral" pública.
Por provocativas
Apenas el pasado lunes, el procurador de Justicia de Morelos, Pedro Luis Benítez Vélez, recomendó a las mujeres que "aprendan a prevenir y no a provocar" tras comparecer ante las comisiones de Equidad y Género y de Justicia y Derechos Humanos del Congreso local, donde admitió en lo que va del año 25 mujeres han sido victimadas de manera violenta en esa entidad.
"Es mejor que las mujeres se vayan a sus casas, o de sus familiares, y no que estén expuestas a ser violentadas", dijo.
Benítez Vélez señaló que Morelos ocupa el séptimo lugar en la incidencia de casos, con 85 asesinatos entre 2005 y 2008 -además de los 25 de este año-, mientras que el estado de México tuvo 573, el Distrito Federal contabilizó 427, Chihuahua registró 360, Veracruz 282, Chiapas 275 y Jalisco 214 en el mismo periodo.
Según organizaciones no gubernamentales, este año han sido asesinadas 29 mujeres en Morelos. En relación a su territorio y número de habitantes, ocupa el primer lugar nacional en ocurrencia de esos crímenes.
De “minis” y “chistes picantes”
Así como el alcohol, el cigarro y la droga han sido tema de debate en los palacios legislativos del país, las minifaldas también han tenido su papel protagónico entre algunos sectores de la sociedad.
Al rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuen Ojeda, se le ocurrió en el 2008 que la escalada de violencia en Culiacán, Sinaloa podía ser frenada prohibiendo a las alumnas de la máxima casa de estudios de la entidad el uso de las minifaldas.
Y es que en sus propias palabras: "las faldas sumamente cortas que visten algunas estudiantes se convierten en una invitación para ser agredidas o molestadas, no sólo dentro de la universidad sino en el exterior, sin menoscabo de sus derechos a portar el tipo de vestimenta que ellas deseen".
Aprovechando el momento, la Iglesia católica no se quedó atrás y recomendó a las mujeres no utilizar "ropa provocativa", ni entrar en "pláticas o chistes picantes" con hombres para evitar agresiones sexuales, pues prendas como minifaldas, ombligueras, mallones y bikinis van contra el recato, indicó la institución.
De la risa al llanto
Aquello de los “chistes picantes” puede ser motivo de risa pero lo que no es motivo de simpatía es lo que le sucedió a una chica brasileña, lo cual estuvo a punto de terminar en tragedia.
En Brasil, un país famoso por sus diminutos bikinis y actitud despreocupada, una estudiante universitaria fue expulsada tras las violentas protestas de compañeros de clase, indignados por el minivestido con el que acudió a clases.
La Universidad Bandeirante (Uniban) dijo que había expulsado a la estudiante Geysi Villa Nova Arruda, de 20 años, por llevar minifaldas cortas y provocar un "desacato flagrante de los principios éticos, dignidad académica y moralidad".
El corto vestido despertó protestas estudiantiles el 22 de octubre pasado en este país, de mayoría católica.
El caso de la estudiante de Turismo alcanzó incluso cobertura internacional desde la fecha del incidente, cuando la joven necesitó de escolta policial para abandonar la universidad debido a amenazas de linchamiento por parte de más de un centenar de personas.
Los agresores, que la insultaban con calificativos como “puta”, protestaban porque la joven había acudido a la universidad con una minifalda de color rosa.
A los pocos días, la Universidad Bandeirante (Uniban) revocó la medida por la que había expulsado de ese centro docente a la alumna, lo que celebraron feministas de todo el mundo.
Estos casos son sólo la punta del iceberg en estos temas, pues las cifras de agresiones contra las mujeres son escalofriantes. En México el 70% de las mujeres aseguraron sufrir violencia por parte de su pareja, según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).