DURANGO, DURANGO.- Poco antes de las 11:00 de la mañana de ayer los vecinos del fraccionamiento Los Encinos, al Noreste de la ciudad, escucharon varias detonaciones en un camino de terracería aledaño, por lo que algunos salieron a asomarse y ahí tirado estaba un cadáver.
Primero llamaron a la Cruz Roja, por si aún tenía signos vitales, pero cuando lo revisaron se dieron cuenta de que ya estaba muerto, por lo que tuvieron que pedir el apoyo del Servicio Médico Forense para que le practicaran la necropsia de ley, misma que arrojó como causa del deceso cuatro heridas de bala en tórax, cuello y antebrazos. En el lugar había varios casquillos de calibre .45 y de .40, que fueron recogidos por peritos para integrar la averiguación.
Más tarde, la Procuraduría informó que el hoy occiso llevaba por nombre Santiago Arco Oláguez, de 36 años y se desempeñaba como custodio del Cereso de la ciudad de Durango.Tras conocerse la actividad que en vida realizaba, la investigación tomó otro cauce, ya que se presume que el homicidio se debe a la lucha que los delincuentes han desatado por el control del penal.
En los últimos tres meses han matado a tres custodios del penal de Durango capital.