La belleza al dos por uno. La pasión que proyectan Jennifer Dark y Diana Doll no deja lugar a la duda. Son calientes y no saben fingir.
Igual que los mexicanos. "Todos son muy acogedores, muy divertidos", dice una.
"Creo que la gente en México es bastante más sexual", que en otras partes del mundo, secunda la trigueña.
El sueño de muchos hombres al alcance de la mano en la Expo Sexo 09 que se lleva a cabo en la ciudad de México. Dos mujeres europeas; una rubia y otra morena, ambas de piel rebosante de feromonas.
"El trato de los mexicanos es muy lindo, estamos encantadas". La dulzura de su voz con ese liguero... er, perdón, ligero acento que suena rasposón al pronunciar la "R".
Ella, la rubia se llama Diana Doll, "porque admiro a la princesa Diana". Antes se llamaba Sue Diamond, "pero lo cambié cuando me hice independiente".
Rubia y morena, ambas con ansias de tocarse en la sesión para este medio.
Si lo suyo no es real, fingen de maravilla. Hacen dueto y disfrutan su "amistad".
Son amigas de atrás tiempo, sin albur. "Somos del mismo país. Somos diferentes a las norteamericanas".
Frotan sus cuerpos con amor... mmm, digamos ¿filial? "Sólo somos amigas, nada más. Casi familia", si, ajá.
Por sus ojos, bocas y... vidas han pasado, varios hombres; unos más gentiles que otros.
No obstante, señalan "a los gringos les gustan mucho las vaginas y a los mexicanos los senos".
Si bien para la güerita sus piernas son su mejor arma en el amor, todo su cuerpecito le gusta mucho.
Para Jennifer la cosa es diferente. "Mis senos, son mi fetiche". Los suyos y los de otras muchachas.
Si fuera superheroína, agrega, "me gustaría tener el poder de que todos se enamoraran de mí". Su amiga no sabe.
Diana Doll, de 32 años, no habla de retiro. "Los productores buscan lo que se conoce como Madres (maduras) que me gustaría hacer mías. En el negocio voy a durar mucho tiempo más".
Dark "hasta que el cuerpo aguante".
