Dos mexicanos fueron acusados el jueves de tráfico de indocumentados en un caso en que trataban de conducir camionetas repletas de inmigrantes por el cruce fronterizo de mayor tráfico en la frontera de México con Estados Unidos.
Uno de los acusados, Sergio Guzmán, fue baleado en las "extremidades inferiores" cuando las autoridades le dispararon a una camioneta que conducía, según una declaración. Presuntamente, Guzmán accedió a conducir una camioneta tipo van Ford Econoline de color azul que llevaba a 25 personas a bordo para ser introducidas a Estados Unidos.
El otro acusado, José Jaramillo, accedió a pagar 4,000 dólares para ser llevado ilegalmente a Estados Unidos. El auto de acusación no detalla cuál fue su papel en el fallido cruce fronterizo, pero señala que había sido arrestado 28 veces por transgresiones migratorias.
Guzmán fue una de cuatro personas heridas cuando las autoridades le dispararon a una de las tres camionetas el martes en el cruce fronterizo de San Ysidro que une a San Diego con Tijuana, México, según la policía de San Diego. Otra persona fue herida de bala y otros dos resultaron heridos cuando la camioneta se estrelló con un camión. Nadie fue herido de gravedad.
Uno de los conductores corrió de regreso a México, donde fue capturado, y será enjuiciado ahí, dijo la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza. Se desconoce el paradero de otro de los conductores.
Las autoridades hallaron a 58 hombres, 15 mujeres y cinco niños en las camionetas van. Todos ellos eran indocumentados de México.
Un portavoz del consulado mexicano en San Diego, Alberto Díaz, dijo que seis habían sido devueltos a México. Otros quedaron en Estados Unidos para servir como testigos.
Testigos dijeron a las autoridades que accedieron a pagar de 2,500 a 4,000 dólares para ser llevados de contrabando en las camionetas, según documentos judiciales. Uno dijo que los traficantes planeaba hacer un agujero en la valla fronteriza, pero desechó la idea porque había demasiados agentes de la Patrulla Fronteriza.