Desastre. Pedro Joaquín Coldwell (der.) recordó que la participación de los religiosos en actividades de orden político siempre ha derivado en situaciones desastrosas.En la imagen con el sanador Dante Delgado.
Exigen senadores evitar proselitismo religioso; piden intervención de Gobernación.
MÉXICO, DF.- La actitud militante de la Iglesia Católica, que ha mostrado abierto interés en el proceso electoral, puede resultar violatoria de la Constitución.
Así lo aseguró el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales del Senado, Pedro Joaquín Coldwell, quien recordó que la participación de los religiosos en actividades de orden político siempre ha derivado en situaciones desastrosas.
"El riesgo es muy grande, las experiencias en México, cuando la Iglesia ha tomado una actitud militante en la política, son desastrosas.
"Creo que la Iglesia debe de mantenerse en la esfera de los espiritual y, obviamente, no puede ser ajena a los problemas sociales que hay en México, pero una actitud militante de la Iglesia en nuestro país vulnera la Constitución y obliga a recordar experiencias históricas que fueron muy lamentables en el país y que ya están superadas", dijo.
Por su parte, el vicepresidente del Senado, el panista José González Morfín, recordó a la Iglesia que mientras la ley no sea reformada, es necesario que se mantengan al margen de la actividad política, proselitista y electoral.
"La misión de la Iglesia es completamente pastoral, y no puede ser político-partidista. Hay que tenerlo claro: la ley está, y hay que respetarla.
"Creo que las convicciones personales son del ámbito privado, la participación política es pública, y no hay que confundir las cosas", advirtió el vicecoordinador del PAN.
Ayer se publicó que, al igual que los partidos políticos, la Iglesia Católica también arrancó su campaña, ya sea desde el púlpito, declaraciones o a través de sus publicaciones oficiales.
Cuestionado al respecto, el senador del PRD Pablo Gómez pidió la intervención de la Secretaría de Gobernación para determinar si el activismo de la Iglesia Católica viola o no, los preceptos legales y constitucionales que están vigentes.
"Si se trata de una ilicitud, es un asunto que tiene que ver el secretario de Gobernación".
Sin embargo, Gómez se pronunció a favor de abrir un debate público que permita reglamentar la participación de las Iglesias en la vida pública del país, incluidos los temas electorales.
Aseguró que es momento de dejar de tratar a los líderes religiosos como "mexicanos de segunda", a los que no se les permite ni opinar.
"No debemos seguir persiguiendo la opinión política de los sacerdotes, creo que esa es una cosa que superamos parcialmente en las leyes y hay que superarlo también en la práctica", dijo.
En este sentido, González Morfín mostró su disposición a que se discuta el contenido de las normas que rigen la participación de las asociaciones religiosas en la política.
"Si se abriera un debate habría que oír muchas opiniones sobre el tema, para conocer si existen algunos pendientes en materia de reforma constitucional para permitir la participación de las iglesias.
"No me negaría a establecer un debate sobre el tema, escuchar opiniones y ver si a nuestra legislación le hace falta algo", agregó.
Faltan reglas
La falta de voluntad política del Gobierno Federal por vigilar y hacer que se cumplan las leyes en materia electoral provoca que persista el riesgo de que la Iglesia Católica se entrometa en las elecciones, consideró José Sánchez Suárez, del Observatorio Eclesial.
Agregó que, a pesar de que se hicieron modificaciones el año pasado al Cofipe para delimitar la libertad de expresión de los ministros de culto en los comicios, es claro que la Secretaría de Gobernación ni el Instituto Federal Electoral han asumido el compromiso por regular la participación de las Iglesias.
"En la práctica no hay mecanismos ni voluntad política para que en el caso concreto de la Iglesia Católica cuando cometa la violación a las leyes se impida o se sancione", dijo.