Sin solución. Miembros de la comisión del presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, a su llegada a una rueda de prensa.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El Gobierno de facto hondureño admitió el fin de las negociaciones sobre el retorno al poder del depuesto mandatario Manuel Zelaya y culpó a éste del fracaso del diálogo.
"No podemos menos que expresar nuestro apesarado sentimiento de no concluir satisfactoriamente las conversaciones por la intransigencia de la contraparte'', leyó la negociadora Vilma Morales.
La comisión del Gobierno de facto informó que tomó nota de la postura de la comisión del presidente derrocado en la que da por concluido el diálogo a partir de la medianoche del jueves.
Ayer por la mañana, en un intento por relanzar las charlas, la comisión del Gobierno de facto lanzó una nueva propuesta.
La propuesta, última de un total de 10 formuladas desde el 7 de octubre, fue rechazada por la comisión de Zelaya, dijo Morales.
En esa posposición, el Gobierno de Roberto Micheletti admitía que Zelaya consulte al Congreso sobre su retorno al puesto del que fue derrocado en un golpe militar el 28 de junio.
También incluía la aceptación de Micheletti de retirarse de la Presidencia si Zelaya "desiste sus pretensiones (de volver a tomar el poder) dando paso a un Gobierno de transición'', expresó la propuesta leída también por Morales.
La otra opción es que la pretensión de Zelaya "la decida el congreso mediante una solicitud que él deberá plantear formalmente ante el Poder Legislativo'', dijo.
Víctor Meza, miembro del equipo de Zelaya no opinó sobre la propuesta pues "aún no nos la entregan formalmente''. Luego ya no contestó su celular.
La nueva propuesta había llegado luego que, a medianoche del jueves, Meza declaró concluido el diálogo. Zelaya aseguró horas más tarde que "es innecesario continuar en la estrategia de negociación''.
Las negociaciones han estado trabadas en el punto de la restitución de Zelaya en el poder, específicamente sobre qué poder del Estado deberá avalar su retorno.
Zelaya insiste que sea el Congreso, ya que ese organismo hizo el decreto que le destituyó del cargo, mientras que Micheletti insiste en que sea la Corte Suprema de Justicia, que emitió una orden de detención de Zelaya y ha opinado que éste no debe volver al poder.
Una misión del Centro Carter se reunió por la tarde con Zelaya en la embajada de Brasil, donde éste permanece desde el 21 de septiembre cuando volvió al país.
"En esas condiciones no podemos recomendar que haya una observación electoral por que no se dan las condiciones suficientes... Si no hay un acuerdo político, una salida política, no podría haber un clima válido para elecciones en este país'', dijo Jorge Santiesteban de Noriega, del denominado grupo de Amigos de la Carta Democrática, una de las organizaciones que forman parte de la misión del Centro Carter.
Zelaya, por aparte, aseguró que "querer ir a un proceso electoral bajo estas circunstancias es querer hacerlo igual que Afganistán, bajo sangre y fuego''.
También se pronunció sobre los rumores de actos violentos para exigir su retorno.