Una de las indicaciones que los elementos de Seguridad Pública tienen es no dar trato preferente u omitir faltas de nadie, manifestó Manuel Rivera Carrasco, alcalde de Santiago.
INSEGURIDAD
Santiago Papasquiaro, Dgo.- “Levantones”, adolescentes graffiteros, robos a comercios, riñas de soldados con población civil, conductores ebrios, son sólo algunos aspectos que la sociedad santianguense debe sobrellevar día a día.
El Siglo de Durango, en su edición del 28 de enero de este año, dio a conocer una de las inconformidades de la población de esta ciudad: los policías solapan a los militares que se ven involucrados en riñas callejeras o que escandalizan ebrios por las calles.
Este matutino cuestionó a Manuel Rivera Carrasco, presidente de Santiago Papasquiaro, en cuanto a lo anterior y éste sostuvo que dicho señalamiento que hace la sociedad le extraña y argumentó que ha mantenido pláticas con los policías y la instrucción que les ha dado es sencilla: no hay favoritismos para nadie, “yo no entiendo por qué hay esas críticas si yo veo que muy a menudo los elementos de la Dirección de Seguridad Pública meten a la cárcel a militares”.
Desconcertado, insistió en que hace sólo algunos días se detuvo a dos hijos de militares -de alto rango-. Los jóvenes son menores de edad y fueron sorprendidos lastimando la imagen de la ciudad, es decir, graffiteando paredes, por lo que además de habérsele dado aviso a sus padres, se les impuso el castigo de pintar para dar mantenimiento a los lugares públicos que graffitearon.
Después de ir a la escuela pintaban, porque ése fue el acuerdo con los padres, se sorprendió a los jóvenes llevando a cabo actos vandálicos; se les detiene, se les entregan a los padres, pero los jóvenes deben cumplir un castigo: la multa que pagan los padres es la compra de la pintura.
Se debe dar disciplina a los jóvenes, que lo que hacen se debe castigar; si no, lo seguirán haciendo una y otra vez, que se den una idea de lo que están haciendo y valoren el trabajo de los demás y que sepan del respeto hacia los demás, mencionó el Alcalde.
Finalmente, dijo que Santiago aún es una ciudad tranquila y que no hay indicios del crimen organizado pues hasta la fecha no se han registrado enfrentamientos, pero que se está al pendiente de la seguridad de la población y que en la actualidad se están siguiendo algunas líneas de investigación para dar con los responsables de robos a comercios.
Por Yadira Ramírez Villarello
El Siglo de Durango
