Retomar los roles. Ante la problemática social, es necesario que cada sector de la sociedad retome su papel en la formación de las nuevas generaciones, las cuales demandan una mayor comunicación con sus padres.
La globalización ha afectado la conformación de las familias y actualmente, los padres y madres "no conocemos a nuestros hijos lo suficiente", lo que ha dado lugar a problemáticas de orden social, dijo la responsable del departamento de Participación Social de la Secretaría de Educación en el Estado de Durango, Guadalupe Herrera.
Señaló que como parte del programa Escuela Segura, en coordinación con las Secretarías de Salud y de Seguridad Pública del Estado, la SEED participa en un estudio encaminado a detectar los riesgos de caer en adicciones que enfrentan los pequeños que acuden a las escuelas públicas de la región.
Según los resultados obtenidos hasta finales del año pasado, se encontró que de un universo de dos mil 300 estudiantes de nueve planteles, cerca del 12 por ciento enfrenta un riesgo latente de iniciarse o desarrollar alguna adicción a drogas, tanto lícitas como ilícitas.
Esto, de acuerdo con las primeras conclusiones que en diciembre pasado dio a conocer el Centro de Atención Primaria de Adicciones (CAPA) dependiente de la Secretaría de Salud, el cual encabeza el estudio.
Para la funcionaria, esto es preocupante por el hecho de que el entorno está afectando directamente a los niños y adolescentes y es necesario que todos los sectores de la sociedad "dimensionemos el papel que nos toca vivir y asumamos la responsabilidad en ello".
Durante una reunión efectuada con representantes de las sociedades de padres de familia, Herrera indicó que la transformación de la sociedad es de carácter mundial y nuestro país no es la excepción, por lo que "vivimos en un mundo frío y alejado en el que no conocemos al vecino, en el que las madres han tenido la necesidad de salir a trabajar y aunque han logrado cierta autonomía en lo económico y espacios en lo profesional, no se les presta la misma atención a los hijos porque desempeñan muchos roles a la vez".
Por otra parte, los niños y jóvenes están más vulnerables a ser influidos negativamente porque tienen mayor acceso a información gracias a las nuevas tecnologías.
Esto ha dificultado la comunicación entre padres e hijos y por lo tanto, ha favorecido que éstos se vean envueltos en conductas negativas que pueden avanzar hacia el consumo de drogas o actos delincuenciales, si no reciben la atención oportuna y sobre todo, cuando los pequeños ya están inmersos en una situación similar en sus familias o en el medio ambiente en que se desenvuelven.
Definitivamente, las nuevas generaciones "demandan nuestra atención y por eso debemos estar más al pendiente de lo que hacen, conocerlos y expresarles nuestro amor y cariño", pues sólo de esta forma se fomentará la confianza y la comunicación de los problemas que les aquejan, indicó.
Ante los resultados de los estudios, la dependencia se ha dado a la tarea de intensificar la aplicación del programa Escuela Segura, con un énfasis en los planteles que tienen un entorno difícil como presencia de vándalos, su ubicación en colonias conflictivas y otras características.
"Hemos detectado que si los niños son hijos de padres fumadores, alcohólicos o adictos, ellos tienen un mayor riesgo de enfrentar esta problemática", por lo que a cada caso identificado a través del estudio se le está dando un seguimiento en coordinación con las dependencias señaladas, mediante pláticas y reuniones con quienes viven el problema.
Como parte de la atención integral que la SEP busca ofrecer, se desarrollan programas complementarios, que son Escuela para Padres, Escuela y Salud y Escuelas de Tiempo Completo.
Además de ello, se fomentan todas aquellas acciones que tienen como propósito rescatar los valores sociales y éticos que se han perdido, todo esto con la insistente convocatoria a los padres de familia para que se sumen y sean más proactivos en la formación de sus hijos.
Problemas
La globalización ha afectado la conformación de las familias, lo que ha dado lugar a problemas de orden social:
⇒ Las dificultades económicas han hecho necesaria la inmersión de las mujeres en el trabajo.
⇒ Aunque esto ha contribuido al desarrollo profesional equitativo, se percibe un descuido en la atención a los hijos.
⇒ Esto ha incrementado el riesgo de que niños y adolescentes desarrollen conductas negativas.
⇒ Se desarrollan programas para rescatar los valores éticos que se han perdido.
⇒ La idea es que los padres de familia sean más proactivos en la formación de los hijos.
FUENTE: DEPARTAMENTO DEPARTICIPACIÓN SOCIAL DE LA SEED
