Llegaron procedentes de Puebla en 13 autobuses con la esperanza de ver a su equipo que hiciera la honrada de dejar fuera al Cruz Azul, pero finalmente los aficionados de La Franja se regresaron con las manos vacías y con los sueños desechos.
Y es que la Máquina Celeste impuso sus condiciones en casa ante un conjunto poblano que salió a abusar de los centros, en espera de un remate de Jared Borgetti y del uruguayo Alejandro Acosta, que les dio muy pocos resultados.
En cambio, los dirigidos por Enrique Meza sólo requirieron que dos de sus defensas, Julio César Domínguez y Fausto Pinto, así como de César Villaluz, quienes contribuyeron con sus anotaciones para darle el paso a su escuadra a las semifinales del Torneo Apertura 2009.
Sin embargo, el gran número de seguidores poblanos que llegaron a esta capital escoltados por elementos de la policía federal local tuvieron un hilo de esperanza en el tanto conseguido por el charrúa Nicolás Olivera al minuto 30, que fue el empate momentáneo y motivó que se quitaran la camisa para impulsarlos con más vigor.
No obstante, Cruz Azul mostró su superioridad y dominó el "Azul Azul!", ante ya un débil grito de "Puebla Puebla!" que fue bajando de volumen conforme se acercaba el final del encuentro.
De esta forma, los fieles seguidores del conjunto poblano tuvieron que cargar con la humillación de ver a su equipo eliminado y que en lugar de ofrecer un partido como el de la "ida", se dedicó a mandar centros al área y en algunas ocasiones a tirar patadas.
En el último minuto, Olivera hizo el de la honra, sin embargo, el tiempo se acabó para los poblanos y con la decepción a cuestas la barra camotera no tuvo más remedio que volver a ponerse sus camisas, la mayoría de ellos para resguardarse del frío que empezó a sentirse en el estadio Azul, aunado a la derrota de 3-2 (7-6, global) que le impuso la Máquina Celeste para dejarlo fuera de la liguilla.