Familia. Hija, nietos y amigas, junto a María Elena y sus imágenes de la Virgen de Guadalupe.
Desde que nació el pequeño Héctor, la familia Arroyo San Román ha pedido a la Virgen de Guadalupe por su salud. El pequeño de ahora ocho años, su madre, tía, primos y hermanas, acudieron a la Iglesia de Guadalupe para dar gracias por una nueva etapa que iniciará el pequeño, pues es uno de los afortunados que recibirá terapia en el CRIT de Gómez Palacio.
Unidos por Héctor
Érika San Román, su madre, nos compartió cómo fue el nacimiento de la reliquia, de las peticiones a la Virgen de Guadalupe, de la búsqueda de la intervención divina, para que su pequeño pueda hacerle frente a la adversidad.
"Venimos a darle gracias a la Virgen de Guadalupe porque mi niño nació con mielomelingocele y ella siempre ha estado con nosotros. Desde el momento en que nació me decían que él no iba a vivir, sólo le daban unas horas y le pedí mucho a ella para que me lo dejara, que yo lo iba a batallar y que las dos lo íbamos a sacar adelante. Con la construcción del CRIT de Gómez empezaron las inscripciones por teléfono y batallamos un ratito, pero logramos comunicarnos y ya tenemos cita para el 16 de febrero. Estamos muy contentos", dijo la orgullosa madre del pequeño, quien tiene dificultades para caminar.
Rosario
Desde hace ocho años, la familia San Román festeja a la Virgen de Guadalupe mediante un rosario y reliquia, y a decir de la familia esta vez tratarán de hacer un esfuerzo mayor para agradecerle a la Virgen que hayan podido inscribir a Héctor en el CRIT. "No es fácil, mi esposo trabaja en una fábrica y yo hago empanadas para tener un ingreso extra porque los gastos son muy duros con cuatro hijos", comentó la mamá. La familia agradece a la Virgen por todo lo recibido y por ayudarlos en el diario camino, pues además de la reliquia, rosarios y rezos, la más pequeña de la familia San Román, lleva por nombre Guadalupe en honor a la "protectora de nuestra familia", dijo la madre de Christian, Yazmín, Héctor y Lupita.
Cumple como puede la promesa que hizo a su mamá
María Elena Hernández, de 65 a-ños, es devota de la Virgen de Guadalupe y cada 12 de diciembre realiza reliquia y rosario para agradecerle por todo lo bueno del año y pedirle que interceda por los problemas que aquejan a sus familiares.
"Mi mamá murió hace 14 años y ella me heredó a todos sus santos. Me dijo que cada año le hiciera su reliquia y su rosario y pidiera que todo estuviera bien. Desde entonces le hago su reliquia a la Virgen", compartió María E-lena, quien también es devota de la Virgen de San Juan de los Lagos.
Viajes y crisis
"Cada año iba a San Juan de los Lagos con mis hijas, nietos y sobrinos a agradecerle a la Virgen y cuando regresábamos hacíamos la reliquia a la Virgen de Guadalupe, pero desde hace tres años ya no vamos. La situación está difícil y ya no se puede", comentó María Elena.
"De poquito, pero hacemos algo para agradecerle a la Virgen. Para la Virgen de San Juan rezamos un rosario y dimos atole y buñuelos. Para la Virgen de Guadalupe también hacemos rosario y a lo mejor vamos a dar tamales. Mi hijo Ramón me ayuda con dinero para hacerle su reliquia y mis hijas, sobrinas y mi amiga Carmelita, me ayudan a preparar la comida y a repartirla", dijo María Elena, habitante de la colonia Plan de Ayala de Torreón.
Intervención
"Cuando mi papá estaba enfermo le pedíamos que nos ayudara para que se aliviara, él ya falleció y ahora le pedimos para que todo esté bien. Que nos ayude en todo, que se arreglen todos los problemas que hay en la familia", compartió María, quien asegura que ella seguirá con la tradición familiar de heredar la reliquia, el rosario y agradecer a la Virgen de Guadalupe y de San Juan.
"Ya le dije a mi hija Cuca que si algo me pasa ella le siga con las reliquias. Que no hay que dejar de hacerle su rosario. Que nunca hay que dejarle de agradecer a la Virgen para que intervenga por nosotros", dijo María Elena, quien para este día aseguró que habrá diversas danzas en la colonia, pues los creyentes darán muestras de su fe y además de rezos, ya se preparan los tamales, sopas, bebidas, asado y otras delicias culinarias que se repartirán.
El origen de la adoración
Las apariciones de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego se presentaron en el año de 1531. El día 12 de diciembre la Virgen salió al encuentro de San Juan Diego y lo envió al cerro del Tepeyac por rosas que fueron la prueba y señal que le llevó al Obispo. San Juan Diego acudió con el Obispo Fray Juan de Zumárraga, mostró las rosas que llevaba en su ayate, lo desplegó y, al tiempo que se esparcieron apareció de improviso la imagen de la Virgen de Guadalupe.