El depuesto presidente hondureño Manuel Zelaya agradeció a la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, las sanciones contra el gobierno golpista y se declaró convencido que 'contribuirán y permitirán' su reinstalación.
En una carta enviada a Clinton, divulgada por la embajada hondureña en Managua, Zelaya dijo que las medidas ayudarán a su restitución y son un mensaje claro que a los gobiernos electos 'no se les puede interrumpir su mandato por la vía de la fuerza y las armas'.
Ratificó la decisión 'firme' de suscribir el Acuerdo de San José, en Tegucigalpa con la presencia de los cancilleres de Centroamérica, el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, mediador en la crisis, la Organización de Estados Americanos (OEA) y Naciones Unidas (ONU).
Zelaya, derrocado el pasado 28 de junio, sugirió a Clinton actuar como testigo de honor en la eventual firma del acuerdo de San José, que incluye su restitución en el poder y otros compromisos para la culminación del mandato presidencial en enero de 2010.
En el marco del Plan Arias, consideró que la creación de la Comisión Internacional de Verificación establecerá 'condiciones necesarias de seguridad y respeto a los derechos fundamentales del pueblo hondureño que me respalda, de los miembros de mi gabinete y de mi familia'.
En la carta de Zelaya, divulgada por la sede diplomática, reiteró que el destino de la democracia en Honduras 'es el reflejo del futuro de la democracia en América Latina'.
Agregó que la democracia 'no puede sucumbir ante la fuerza de las armas. El pueblo hondureño no puede ni debe seguir sufriendo las consecuencias del cruento golpe de estado producto de la conspiración de los grupos fácticos y el alto mando de las fuerzas armadas'.
Zelaya se encuentra en la capital nicaraguense desde el pasado fin de semana, y se mantiene alejado de los medios de comunicación.