El contrabando de armas de fuego desde Estados Unidos pertrecha a los criminales en Canadá y México, contribuye a una tasa más alta de homicidios en Canadá e intensifica el crimen vinculado a las drogas cerca de la frontera mexicana, según un estudio publicado hoy.
El informe de Philip J. Cook, de la Universidad Duke en Carolina del Norte, y Wendy Cukier Ryerson, de la Universidad de Toronto aparece en una edición especial de la revista Criminology and Criminal Justice.
Sin embargo, añaden los autores, los criminólogos tienen muy poca evidencia empírica sobre el crimen y la violencia con armas de fuego en América del Norte sigue siendo materia de considerable especulación y debate.
"Estados Unidos es, indudablemente, el mayor proveedor de armas ilegales (en particular pistolas y revólveres) de Canadá y México", señala el estudio.
Pero el hecho de que se dispone de datos limitados perjudica los esfuerzos para predecir el efecto de una represión exitosa del contrabando de armas ilegales por parte de las autoridades estadounidenses, según los investigadores.
Los datos disponibles muestran que la mayoría de las armas incautadas en escena de crimen en Canadá se origina en Estados Unidos.
Otra fuente importante de armas ilegales en Canadá, y en otros muchos países, es el "escape" de arsenales estatales, ya sean policiales o militares, mediante robo, corrupción u otros medios.
Por ejemplo, más de tres mil armas de fuego incautadas en escenarios de crímenes o entregadas en amnistías a la Policía Metropolitana de Toronto habían sido vendidas, ilegalmente, por personas con contactos o empleadas en arsenales estatales.
Los investigadores han rastreado del 90 al 95 por ciento de las armas ilegales en México a fuentes estadounidenses.
América Central, una región inundada de armas importadas tanto por gobiernos como por grupos rebeldes en las guerras civiles de El Salvador, Nicaragua y Guatemala, es otra fuente potencial de armamento para México, al igual que proveedores chinos, rusos, de Europa oriental u otras regiones.
El artículo señala que poco es lo que se sabe acerca de una tercera fuente de armas para el crimen en México: las propias fuerzas de seguridad mexicanas.
Una encuesta realizada en 2008 encontró que las armas provenientes de la policía y de las Fuerzas Armadas son, a veces, la fuente principal de armamento ilegal en muchos países.
Algunas armas usadas en crímenes mexicanos, como granadas, granadas propulsadas por cohetes y armas totalmente automáticas, pueden adquirirse con más dificultades en Estados Unidos y, probablemente, proceden de otras partes.
Esto contrasta con Canadá, donde hay muy pocos casos de crímenes en los cuales las armas de fuego no procedan de EU., aparte de las armas sacadas ilegalmente de fuentes canadienses.
El estudio mencionó investigaciones anteriores que "han demostrado que la expectativa de vida en México disminuye en 0.6 año para todos los mexicanos como resultado de la violencia armada, y en Canadá baja 0.08 año".
"El uso de armas de fuego por parte de grupos criminales incrementa su poder relativo, y las circunstancias dramáticas que vemos en México contribuyen a subvertir la autoridad legítima y crean un temor que tiene un sustancial impacto económico y político", señaló Cook.
