Dentro de toda la problemática e incertidumbre económica-financiera que hemos vivido en los últimos 17 meses por el entorno internacional y parte nacional, ahora la semana pasada le tocó al tipo de cambio peso/dólar ser digámoslo así la "figura" de la semana.
Amén que en octubre pasado, cuando "tronaron" las corredurías internacionales y cuando se desataron escándalos corporativos en algunas tesorerías de importantes empresas nacionales por haberle "apostado" a derivados también el tipo de cambio se desestabilizó, en tanto que sólo por ejemplo del 22 de septiembre al 22 de octubre el peso se devaluó un 30%.
Entonces esta incertidumbre que permanece hace cuestionar a todo mundo sobre el nivel que tendrá el tipo de cambio, es decir, ¿en dónde va a parar? en $15?, en $18? o en $ 20?, o se regresa a 12? ...
Qué difícil es predecir. Sin embargo, lo que sí se puede comentar es que el tipo de cambio es como cualquier otro variable precio que ha sido "presa" de las consecuencias de la crisis financiera internacional, y que no se escapa tampoco de la sensibilidad de la conducta humana que decide en muchas ocasiones presa del miedo, de la desconfianza o de los chismes y que todo lo cual hacen que este tipo variable "se aloquen" y se vayan a niveles que no necesariamente corresponden a una realidad económica normal.
Este tipo de comportamientos, como comento renglones arriba se ha reflejado, en índices de bolsas, en precios de commodities, de acciones, del petróleo, de la mayor parte de las monedas del mundo, etc. En fin, aunque sí hay elementos fundamentales definitivamente que mueven las variables, ha influido bastante en esta volatilidad el comportamiento natural del individuo, que, ante mayor incertidumbre-mayor aversión tendrá al riesgo y pues hay veces se dan en este contexto las irracionalidades en las tomas de decisiones.
Ante la gran movilidad que tuvo el tipo de cambio la semana pasada, vi en lo personal bien la nueva y necesaria estrategia de parte de la Comisión de cambios ( Hacienda y Banco de México) para parar la especulación contra el peso . Es decir, intervino el Banco Central directamente en el mercado cambiario ofreciendo dólares a discreción al mercado para aumentar la liquidez y evitar con ello más presiones cambiarias. Esto no lo hacía desde septiembre de 1998, cuando se dio la crisis de Rusia y cuyo efecto incidió negativamente devaluando al peso, recuerdo que se devaluó casi un 20% en un par de jornadas.
Aquel analista crítico que probablemente no va a ver bien esta acción del Gobierno, pues no deja de ser una intervención en un régimen de tipo de cambio libre quizá tenga razón, mas sin embargo, van a ser sin duda intervenciones coyunturales, o de paso, o eventuales a efecto de ir propiciando la estabilidad de esta variable.
Lo anterior es fundamental para que funcione el mecanismo de política monetaria que recién ha implementado el Banco de México, de haber bajado las tasas de interés para alentar la economía. De otra forma, si la especulación se sigue alimentando y distorsiona al tipo de cambio, el Banco de México tendría que volver a subir las tasas de interés para parar el efecto y eso se contrapone a una política monetaria laxa que junto con el programa anticrisis del Gobierno se diseñaron "como amortiguadores" al efecto que para este año pueda causar en el país esta debacle financiera internacional.
Por otra parte, aunque es muy difícil la predicción para determinar a qué nivel de tipo de cambio terminará este año, considero que existen probablemente algunos mecanismos de oferta de dólares que pudiesen ayudar a la estabilidad cambiaria poco a poco, a saber:
Si vemos con optimismo las cosas y si el programa de rescate económico del Sr. Obama se aprueba posiblemente esta semana por parte del Senado de Estados Unidos, se pueden reactivar aunque no inmediatamente, pero si en el corto y mediano plazos dos fuentes de oferta de dólares muy importante: Por una lado las exportaciones mexicanas se empezarían a ver favorecidas por la reactivación de la planta productiva del país vecino, que demandaría más producto mexicano; y por otro lado, dicha reactivación emplearía seguramente a más connacionales pudiéndose reactivar las remesas provenientes de aquel país.
Además, si efectivamente habrá una tendencia a que las tasas de interés vayan hacia abajo en México, y controlando por parte de las autoridades los "shocks" especulativos contra nuestra moneda entonces la inversión en otros activos mexicanos como la bolsa o bonos de largo plazo volverán quizá hacer más atractivos, lo cual implicaría otro flujo importante de dólares de inversionistas extranjeros hacia el país, lo que sería otra fuente de oferta de divisas en el tiempo (quizá este mismo año) y por lo tanto ayudaría sin duda a que se regrese el valor del dólar. ¿A qué nivel?, ¿quién sabe?, pero sí seguro que más bajo al que hoy por hoy estamos observando.
Hay que dejar al propio mercado de cambios que ponga como siempre esta gran variable donde tenga que estar, que hay veces se tiene que forzar para estabilizar como ha pasado últimamente, pues ni qué hacer creo que se actúa bien. Pero una vez que la tormenta financiera internacional vaya aminorándose, lo cual se espera en pocos meses, variables como ésta tenderán a estabilizarse por sí mismas.
Hay que recordar, como mencioné anteriormente cuando el efecto "vodka" el dólar llegó a valer más de los 12 pesos, y cuando las cosas llegaron a la normalidad el tipo de cambio prácticamente se estabilizó durante poco más de diez años alrededor de los dieces, había veces en $10.20 otras casi en $10, otras incluso bajó de $10, en fin en "una banda" estable, lo cual les trajo un gran costo a los que cambiaron en $12 en 1998.
Luego entonces cabe la pregunta ¿no volverán estos tiempos de estabilidad? Sin duda que sí, y si muchos analistas opinan que esta luz la veamos para finales de año, me uno a estos optimistas. Es bueno recordar que los ciclos tienen sus alzas también, es cuestión de paciencia, y creo que México ha aprendido mucho de crisis por lo que estamos más preparados a lo que venga. ¡Hasta la próxima!