Se recupera. Llena de entusiasmo y sintiéndose muy bien, la rockera abandonó el nosocomio donde fue intervenida el jueves de la semana pasada. AGENCIA REFORMA
MÉXICO, DF. La cantante Alejandra Guzmán abandonó ayer el hospital a las 14:25, después de una operación quirúrgica a la que se sometió el pasado jueves. Sus problemas de las últimas semanas se debieron a una infección ocasionada tras una inyección con fines estéticos en los glúteos.
La rockera se mostró de buen humor, sentada en una silla de ruedas, y dijo a los medios que su recuperación ha sido rápida a través de una cámara hiperbárica.
Respecto a si procederá contra Valentina de Albornoz, quien le inyectó tratamiento cosmetológico en los glúteos en abril pasado, dijo que pensará si tomará acción legal "porque lo primero que quiero es estar bien".
Lo que continúa para la cantante Alejandra Guzmán es primeramente portarse bien y luego crear una fundación para ayudar a personas que son engañadas para someterse a tratamientos cosmetológicos con la intención de delinear su figura, decisión que con el paso del tiempo tiene consecuencias graves.
"Quiero seguir rocanroleando, seguir dando lata, quiero ser feliz, sentirme bien; fueron meses de mucho dolor, de mucha angustia; de ir con un doctor tras otro y llegar a México donde tuvieron el valor de atenderme. Así que espero crear una fundación para ayudar a esa gente que ya está afectada, porque esto es una bomba de tiempo que puede estallar en uno, cinco o siete años, pero cuando explota, lo hace de verdad. Yo me di cuenta hace seis meses, pero desde hace dos que mi cuerpo lucha con esta infección", platicó la cantante de 41 años.
La Guzmán entendió que no hay mejor lección que pasar 16 días en un hospital a causa de una irresponsabilidad que la dejará afuera de la música un mes más, por lo pronto: "El aprendizaje es hacer las cosas naturalmente, siempre he amado el ejercicio y comer bien y por una tontería mira adónde llegué".
Se suman más acusaciones contra Valentina de Albornoz
Autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) informaron que continúan acumulándose las acusaciones contra Blanca Isabel Valentina de Albornoz, propietaria de las clínicas de belleza donde se atendió la cantante Alejandra Guzmán.
Precisaron que a las siete denuncias que permitieron obtener una orden de arraigo contra la implicada, se sumaron dos en las últimas horas, por lo que suman nueve las acusaciones en su contra.
Las últimas denuncias fueron presentadas por mujeres que tras acudir a recibir tratamientos estéticos en esos establecimientos, presentaron lesiones físicas y deformaciones derivado de los productos empleados.
La PGJDF confirmó que hasta el momento ninguna de las nueve denuncias corresponde a la cantante Alejandra Guzmán. Blanca Isabel Valentina de Albornoz cumple una medida cautelar de 30 días en el Centro de Arraigos de la procuraduría capitalina, acusada de los delitos de lesiones, asociación delictuosa y fraude.